Les debe 31 millones del bonolibro. Auguran cierres en pocos meses y creen que "quienes sobrevivan, se verán abocados a reducir plantilla" y renunciar a los libros de texto.
VALENCIA, 16 Nov. (EUROPA PRESS) - Los gremios de libreros de Alicante,
Castellón y Valencia estudiarán las acciones legales que podrían adoptar
por los "impagos" del Consell, que ha "incumplido el pago a 50 días" de
las cantidades correspondientes al bonolibro y les adeuda 31 millones
de euros. Además, colocarán carteles en sus comercios para informar a
los padres de que "si sus hijos tienen libros es gracias a que los
libreros los han pagado, aunque ahora les pueda costar el cierre".
Así lo ha señalado la presidenta del Gremi de Llibrers de
València, Glòria Mañas, que ha ofrecido este miércoles una rueda de
prensa acompañada de representantes de los gremios de libreros de
Alicante y de Castellón, con el apoyo de distribuidores y editores.
Según Mañas, solicitaron por escrito a la Conselleria de Educación
diversas reuniones para "abordar juntos la situación y buscar fórmulas
para solucionar el problema", pero sólo obtuvieron como respuesta varias
llamadas telefónicas de un director general para decirles que "hacen
todo lo posible para pagar cuanto antes, pero la situación de tesorería
es muy difícil". "Y una llamada no sirve como respuesta a una petición
cursada por registro para que convoquen un encuentro y den explicaciones
a todo el sector", ha reprobado.
La Conselleria de Educación fijó en 42,4 millones de euros su
aportación en el curso 2011-12 a las medidas para favorecer la gratuidad
de libros de texto del alumnado de enseñanza básica escolarizado en los
centros públicos y concertados de la Comunitat, entre las que se
incluye el bonolibro, con un importe máximo de 105 euros y una cuantía
global de 31 millones de euros para este curso.
Desde el inicio de este programa en el curso 2007-2008, cada
familia recibe en su colegio una cantidad por escolar en forma de un
bono que debe canjear después por los libros correspondientes en los
establecimientos autorizados y, hasta este momento, no habían tenido
"ningún problema" para cobrar esas cantidades por parte del Consell. "Es
el primer año en que no nos paga cuando debe y ni siquiera nos ha
avisado con antelación para poder reaccionar", ha denunciado Mañas.
SOLICITAR CRÉDITOS O DEVOLVER RECIBOS
No obstante, esos establecimientos sí que han tenido que hacer
frente a los recibos de septiembre y octubre de las editoriales. Según
el representante del gremio de libreros de Castellón, Pere Duch, "los
más afortunados han conseguido pagar gracias a créditos o a las reservas
que tenían, en el caso de los establecimientos más grandes, pero muchos
ni siquiera han logrado que les aprobaran esos créditos y han tenido
que devolver los recibos".
Duch ha explicado a Europa Press que todas esas opciones generan
"costes adicionales, ya sea gastos financieros o recargos por devolución
de recibos", en un momento en el que "se estaba intentando sobrevivir a
la crisis y lamentablemente, muchos no tendrán más remedio que cerrar,
si no el mes que viene, dentro de tres meses", mientras que "los que
puedan sobrevivir, se verán abocados a reducir plantilla e incluso a
renunciar a vender libros de texto".
Además, ha alertado de que "esos impagos pueden cargarse por
completo la campaña de Navidad", ya que "a muchos de los
establecimientos que han devuelto recibos de los libros de texto, las
editoriales les han cancelado la cuenta y no les suministrarán ningún
producto hasta que no salden sus deudas".
"Esta situación afecta a todo el sector, en mayor o menor medida
depende del tamaño del establecimiento, pero hay que tener en cuenta que
la gran mayoría de las librerías de la Comunitat son de tamaño pequeño y
mediano, como sucede en todos los sectores", ha zanjado.
"YA NO SE PUEDE RESISTIR MÁS"
La presidenta del Gremi de Llibrers de València ha constatado que
"habrá librerías a las que se les deberá 3.000 euros y otras a las que
60.000 e incluso 100.000 euros". "Hemos pagado religiosamente las
facturas que hemos podido atender, hemos puesto el trabajo y pagado los
libros, pero ahora ya no se puede resistir más", ha subrayado.
En cuanto a las medidas anunciadas, Mañas ha precisado que, por un
lado, harán las consultas jurídicas necesarias para "ver hasta qué
punto el incumplimiento de pagar en un máximo de 50 días tiene
repercusiones" y, por otro, realizarán distintas acciones para "hacer
pública" su denuncia y "no se descarta" convocar concentraciones ante la
Conselleria de Educación para protestar por su situación.
Fuente: Europa Press.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Se agradecen los comentarios