lunes, 21 de mayo de 2012

Padres objetores de EpC rechazan el proyecto del Gobierno por limitarse a “maquillar los contenidos”

El portavoz de Objetores a Educación para la Ciudadanía afirma que “los pilares que permiten el adoctrinamiento no se han tocado” ya que los criterios de evaluación de la asignatura establecen “la necesidad de que los alumnos asuman y se comporten de acuerdo a los principios propuestos en la asignatura”.
  
ForumLibertas.com
 
El proyecto de real decreto para reformar el contenido de las asignaturas de Educación para la Ciudadanía no satisface las expectativas de los padres objetores. Así lo ha hecho público el portavoz de Objetores a Educación para la Ciudadanía, Mariano Baillo-Baillière, a través de un comunicado
  
Bailly-Baillière Torres-Pardo explica sus motivos para el rechazo frontal de esta nueva propuesta legislativa: “La nueva propuesta no aporta otra novedad que un maquillaje de los contenidos más controvertidos, pero los pilares que permiten el adoctrinamiento no se han tocado. Ya advertimos hace tiempo que no se trataba de cambiar el sesgo ideológico de sus contenidos, sino de evitar radicalmente la intromisión del Estado en un ámbito propio de la sociedad civil: el derecho y deber de los padres a educar a sus hijos en los ámbitos ideológico y moral”.
  
¿En qué se manifiesta, a su juicio, esa intromisión del Estado en los derechos de los padres? Según el portavoz de la plataforma el mismo planteamiento de la asignatura “lo pone de manifiesto en su justificación y objetivos: no se trata de transmitir unos conocimientos sino de construir en los alumnos un código ético acorde con los principios propuestos por el Estado. Así, éste suplanta el papel de los padres en su obligación de educar moralmente. En definitiva, se mantiene el papel moralizador del Estado frente a la sociedad civil”.
  
Además insiste en que los contenidos no son el problema principal, sino que los objetivos y criterios de evaluación de la asignatura “siguen estableciendo la necesidad de que los alumnos asuman y se comporten de acuerdo a los principios propuestos en la asignatura”.
  
Las valoraciones éticas “son personales”
  
Según la plataforma, se evaluarán en los alumnos actitudes y juicios morales acerca de situaciones de injusticia, discriminación, marginación, etcétera, cuando “obviamente” dos personas no tienen por qué coincidir en la valoración de estos hechos: “no todos consideramos discriminatorias las mismas situaciones”, recuerdan para afirmar: “Las valoraciones éticas son personales y no pueden ser delegadas en un manual o un profesor que establezca el código de conducta moral de sus alumnos. Esto es tarea de los padres”.
  
Según Objetores a Educación para la Ciudadanía la formación ética “no tiene dos áreas independientes: la moral individual y la ética social”, ya que la dimensión social de la persona –la ciudadanía– “se deriva de su condición personal. Formar a un hijo como buena persona revierte en su comportamiento como buen ciudadano. Una cosa lleva a la otra”.
  
Finalmente, Bailly-Baillière denuncia de nuevo el aspecto “más grave” de la asignatura: “la invasión de las competencias familiares por parte del Estado” y concluye que no consentirán “adoctrinamiento de ningún signo”.
  

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