Las titulaciones de Ciencias de la Salud son las que más salidas tienen.
El desempleo es menor en los titulados superiores - Foto: Aníbal González |
Madrid.- Tener una diplomatura o una licenciatura (o
bien los ahora grados o másteres) no garantiza el trabajo, pero aumenta
las probabilidades de conseguirlo, lograr un contrato indefinido o
incluso conseguir un puesto directivo, a pesar de la coyuntura económica
desfavorable por la que atravesamos. De hecho, haber estudiado una
diplomatura en lugar de estudios primarios incrementa la posibilidad de
estar ocupado en 23 puntos porcentuales, mientras que ser licenciado la
aumenta 25 puntos.
Mejor remuneración
Mejor remuneración
Puede que en los primeros momentos de incorporación al mundo laboral, los universitarios no consigan la mejor de las retribuciones. No todos son mileuristas ni lo son toda la vida. Más bien, a medida que van cumpliendo años en un puesto y ganando experiencia, las ventajas salariales son mayores. De hecho, en conjunto, un titulado gana un 10% más por cada año de formación adicional realizado que una persona con estudios medios de similares características. Así se recoge en el último informe elaborado por el BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas sobre universidad, universitarios y productividad en España.
Ahora bien, el tipo de carrera que se elija también influye a la hora de encontrar más o menos salidas laborales. Tienen más posibilidades de estar ocupados aquellos estudiantes que optaron por una titulación de Ciencias de la Salud (un 10%), que aquellos que se decantan por estudiar Ciencias Jurídicas y Sociales (3,9%). Más oportunidades hay para las carreras técnicas (5,3%) y más aún para las titulaciones de Ciencias Experimentales (6,5%).
«La tasa de paro de los licenciados es la misma que para cualquier
persona que esté en puestos administrativos en el sector privado. De
hecho, muchos funcionarios son licenciados, y los que no, trabajan en la
empresa privada como tal y en general son puestos que tienen cierta
estabilidad», explica Julio Carabaña, catedrático de Sociología de la
Educación de la Universidad Complutense.
En su opinión, aunque en los últimos años hemos oído hablar mucho sobre las salidas laborales de la Formación Profesional, «en la práctica no tiene muchas más que para una persona que ha estudiado la educación obligatoria, no hay ninguna garantía de que haya mejores oportunidades de empleo porque tanto los que han estudiado FP como los que han cursado la enseñanza obligatoria se emplean en puestos parecidos». Así «no es de extrañar que la gente quiera ir a la universidad», añade.
No obstante, no todos los que empiezan una carrera la acaban. El 30% se queda en el camino, lo que supone un gasto anual para la Administración española de casi 3.000 millones. Según este estudio, en las universidades públicas los estudiantes dejan de presentarse a uno de cada cinco exámenes y, de los que se presentan, aprueban 3 de cada 4.
Fuente: La Razón.
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