El Gobierno suprimirá la asignatura en esta etapa para el curso 2013-2014, pero quiere mantenerla en Secundaria.
Al menos cuatro comunidades del PP se oponen a la asignatura |
Madrid.- Ni Educación para la Ciudadanía ni
Educación Cívica y Constitucional. La polémica asignatura que, en
palabras de la consejera de Madrid, Lucía Figar, ha provocado «dolores
de cabeza nacionales», tiene los días contados en Educación Primaria. El
Ministerio de Educación quiere eliminarla del currículum en esta etapa
educativa para el curso académico 2013-2014 y mantenerla en Secundaria,
aunque esta opción se someterá a un debate, según ha podido confirmar LA
RAZÓN.
La secretaria de Estado de Educación, Montserrat Gomendio, dio a conocer ya hace unos días los planes del Ministerio a varios representantes de Amnistía Internacional, a quienes manifestó que el Gobierno pretendía suprimir esta asignatura en Primaria «para dar más relevancia a otras materias, como las ciencias», explicó a LA RAZÓN Carlos Sanguino, responsable de Educación de la ONG. Fue el momento en el que los responsables de Amnistía aprovecharon para transmitirle la necesidad de que se mantuviera en el currículum académico, ya que «es una recomendación de Naciones Unidas y del Consejo de Europa». También le pidieron que en los contenidos de la materia se mantuviera la discriminación por motivos de orientación sexual y no sólo por homofobia.
El ministro de Educación, José Ignacio Wert, ya manifestó en una entrevista a LA RAZÓN al comienzo de la legislatura que en el Ministerio se había planteado suprimir la asignatura. «No estoy en contra de que sean contenidos susceptibles de un tratamiento transversal, pero nos pareció que introducía menos inestabilidad un cambio de la asignatura que la supresión», dijo entonces.
Hoy son cada vez más los partidarios de suprimir la tan traída y llevada materia que ha supuesto una judicialización de la educación sin precedentes (ha provocado más de 55.000 objeciones en toda España, se han abierto 3.000 procedimientos judiciales y 400 demandas en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo. Incluso ha obligado a pronunciarse al Tribunal Supremo y Constitucional). Entre ellos se encuentran varias comunidades en las que gobierna el PP: Madrid, Murcia, La Rioja y Valencia, más partidarias de reforzar otras materias como Lengua o Matemáticas.
En ese frente de detractores de que la asignatura perviva también se encuentran asociaciones de objetores, a las que tampoco les gusta el «arreglo» que ha hecho el Gobierno para liberar de «ideologías» la asignatura; las escuelas católicas también la consideran «prescindible» del currículum académico y algunas asociaciones de padres de alumnos también, como Concapa. Ayer mismo se sumaron a esta petición varias asociaciones de familia.
De momento, para el próximo curso académico los alumnos tendrán que estudiar la asignatura con el mismo nombre, aunque con cambios importantes de contenido que suponen un «vaciado» de la alta dosis de «doctrina» que para muchos tenía.
Los cambios, que se introducirán vía real decreto, serán aprobados en breve por el Consejo de Ministros. Hoy mismo el proyecto ha sido remitido al Consejo de Estado.
Debate pendiente
La secretaria de Estado de Educación, Montserrat Gomendio, dio a conocer ya hace unos días los planes del Ministerio a varios representantes de Amnistía Internacional, a quienes manifestó que el Gobierno pretendía suprimir esta asignatura en Primaria «para dar más relevancia a otras materias, como las ciencias», explicó a LA RAZÓN Carlos Sanguino, responsable de Educación de la ONG. Fue el momento en el que los responsables de Amnistía aprovecharon para transmitirle la necesidad de que se mantuviera en el currículum académico, ya que «es una recomendación de Naciones Unidas y del Consejo de Europa». También le pidieron que en los contenidos de la materia se mantuviera la discriminación por motivos de orientación sexual y no sólo por homofobia.
El ministro de Educación, José Ignacio Wert, ya manifestó en una entrevista a LA RAZÓN al comienzo de la legislatura que en el Ministerio se había planteado suprimir la asignatura. «No estoy en contra de que sean contenidos susceptibles de un tratamiento transversal, pero nos pareció que introducía menos inestabilidad un cambio de la asignatura que la supresión», dijo entonces.
Hoy son cada vez más los partidarios de suprimir la tan traída y llevada materia que ha supuesto una judicialización de la educación sin precedentes (ha provocado más de 55.000 objeciones en toda España, se han abierto 3.000 procedimientos judiciales y 400 demandas en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo. Incluso ha obligado a pronunciarse al Tribunal Supremo y Constitucional). Entre ellos se encuentran varias comunidades en las que gobierna el PP: Madrid, Murcia, La Rioja y Valencia, más partidarias de reforzar otras materias como Lengua o Matemáticas.
En ese frente de detractores de que la asignatura perviva también se encuentran asociaciones de objetores, a las que tampoco les gusta el «arreglo» que ha hecho el Gobierno para liberar de «ideologías» la asignatura; las escuelas católicas también la consideran «prescindible» del currículum académico y algunas asociaciones de padres de alumnos también, como Concapa. Ayer mismo se sumaron a esta petición varias asociaciones de familia.
De momento, para el próximo curso académico los alumnos tendrán que estudiar la asignatura con el mismo nombre, aunque con cambios importantes de contenido que suponen un «vaciado» de la alta dosis de «doctrina» que para muchos tenía.
Los cambios, que se introducirán vía real decreto, serán aprobados en breve por el Consejo de Ministros. Hoy mismo el proyecto ha sido remitido al Consejo de Estado.
A la Asociación Nacional de Editores de Libros de Texto y Material de
Enseñanza (Anele) tampoco le resultaría extraño que la asignatura
desapareciera ya que son varias las comunidades autónomas que le han
expresado su oposición a la asignatura.
A partir del próximo mes de octubre, el Ministerio de Educación diseñará los cambios que se introducirán en la Secundaria para el curso 2013-2014, que supondrán una reforma de la ley orgánica de Educación. Es en este momento cuando puede que se someta a debate la continuidad de la polémica asignatura en Secundaria.
A partir del próximo mes de octubre, el Ministerio de Educación diseñará los cambios que se introducirán en la Secundaria para el curso 2013-2014, que supondrán una reforma de la ley orgánica de Educación. Es en este momento cuando puede que se someta a debate la continuidad de la polémica asignatura en Secundaria.
Cambios educativos sólo para un año
El «vaciado» de carga ideológica que el Gobierno cree que ha hecho de la
polémica asignatura servirá sólo para el próximo curso 2012-2013 porque
en el siguiente desaparecerá de Primaria y puede que también de
Secundaria. Si no desapareciera en esta etapa, el Ministerio de
Educación no descarta cambiar más aún los contenidos porque los que ya
se han realizado vía Real Decreto que se aprobará en breve son «de
mínimos», según aseguró recientemente la secretaria de Estado de
Educación a Amnistía Internacional. Lo hará aprovechando que hay que
cambiar la Ley Orgánica de Educación.
Fuente: La Razón.
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