El plan de reformas enviado a Bruselas señala la nueva ruta educativa.
El ministro de Educación, José Ignació Wert (en el centro), y los consejeros de Universidades de las comunidades. / ULY MARTÍN |
J. A. Aunión
| Madrid
| 6 MAY 2012
Después de varios meses de goteo de información sobre los planes del
Gobierno para cambiar el sistema educativo –con algunas idas y venidas y
matizaciones de mayor o menor calado–, el programa de reformas
enviado la semana pasada por el Ejecutivo a Bruselas ofrece el dibujo
más completo hecho público hasta ahora, aunque un portavoz del
ministerio insiste en que se trata de un punto de partida que aún puede
cambiar.
Más allá de los recortes que, entre otras cosas, pretenden reducir
sensiblemente el número de profesores de todas las etapas y aumentar el
precio de las matrículas universitarias, el documento habla de modificar
los temarios de bachillerato y de la posibilidad de cambiar la Prueba
de Acceso a la Universidad (Selectividad). Se justifica que el cambio
del currículo de bachiller es por la “necesidad de concentrar esfuerzos
en las materias instrumentales o troncales”. Las asignaturas comunes en
los dos cursos de la etapa son: Educación física; Filosofía, Historia de
España, Lengua y literatura y Lengua extranjera. Sin cambiar las
actuales modalidades (ciencias, letras y artes), se trata de “conciliar
la necesidad de concentrar esfuerzos con las posibilidades de
diversificación”, lo que se puede interpretar como una posible reducción
de optativas.
Además, el texto dice que se está estudiando un proceso de evaluación
externa al final del bachiller que puede acabar con la modificación de
la actual Selectividad. El ministerio no quiere aún dar detalles al
respecto, pero esa evaluación externa recuerda a la antigua reválida que
recuperó la ley educativa impulsada por el PP en 2002 (LOCE), pero que
no llegó a entrar en vigor. Un aprobado en lo que se llamó la Prueba
General de Bachillerato era necesario para obtener el título y acceder a
la Universidad. Los alumnos que no la aprobasen podrían pasar a la FP
de grado superior tras una prueba. Cada centro universitario podría
hacer después un examen de acceso a las carreras que quisiera, como los
que actualmente se realizan en las facultades de Bellas Artes.
El objetivo es reforzar las materias “instrumentales y troncales”
El ministro de Educación, José Ignacio Wert, dijo la semana pasada en declaraciones a Efe que no se puede mantener tal y como está una prueba que “no selecciona nada” y que “carece absolutamente de filtro de acceso a la Universidad y de valor sustantivo”. Y añadió: “Tal como está concebida ahora, lo que hace es que la mitad del segundo curso de bachillerato se dedique exclusivamente a la preparación del examen”.
El ministro de Educación, José Ignacio Wert, dijo la semana pasada en declaraciones a Efe que no se puede mantener tal y como está una prueba que “no selecciona nada” y que “carece absolutamente de filtro de acceso a la Universidad y de valor sustantivo”. Y añadió: “Tal como está concebida ahora, lo que hace es que la mitad del segundo curso de bachillerato se dedique exclusivamente a la preparación del examen”.
También habla el documento enviado a Bruselas de revisar las
evaluaciones y las condiciones para pasar de curso en las etapas
anteriores, es decir, en primaria y la ESO. Wert matizó
la semana pasada que aún no está decidido si se podrá obtener el título
de ESO con algún suspenso (ahora se permiten hasta tres, también para
pasar de curso) o si se diferenciará de alguna manera el título de los
que pasen con todo aprobado.
Se repensarán además los Programas de Cualificación Profesional
Inicial, los cursos para que los estudiantes a los que se les da peor el
instituto aprendan las bases de un oficio. Tras los últimos cambios del
Gobierno socialista, estos programas, de dos años de duración a los que
se podía acceder a los 15 años, daban un certificado de profesionalidad
emitido por el Ministerio de Trabajo y acceso directo a la FP de grado
medio. Además, aprobando unos módulos voluntarios, también se podía
obtener el título de la ESO.
El ministerio estudia hacer una “evaluación externa” al final del bachiller
El ministerio estudia hacer una “evaluación externa” al final del bachiller
La reforma de la secundaria arranca, en todo caso, dice el documento,
en 4º de la ESO. Ya no habla el Gobierno en ningún momento del
bachillerato del tres años (ahora tiene dos) que mencionó el presidente
Mariano Rajoy en el debate de investidura. En lo que quedado esta idea
es en un último curso de la ESO con itinerarios especializados hacia la
FP o el bachillerato, algo muy parecido a lo que aprobó hace unos meses
el anterior Gobierno socialista. El modelo del actual ministerio se
diferencia del anterior en que habrá menos asignaturas comunes y más específicas de cada vía, según explicó un portavoz del departamento hace dos meses.
También ofrece algún detalle más el texto enviado a la UE sobre el
proyecto de FP dual inspirado en el modelo alemán, que combina trabajo y
estudios. En realidad, solo una parte de las experiencias piloto serán
como en Alemania; estas estarán vinculadas al nuevo contrato laboral
para la formación y el aprendizaje. La otra parte consistirá simplemente
en aumentar los periodos de prácticas no remuneradas de los alumnos en
empresas, que ahora son de medio curso.
Fuente: El País.
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