Defiende la familia y a los padres como primeros educadores frente a la "desconcertante tendencia" de quienes tratan de usurparles este derecho en favor del Estado, alertando frente al adoctrinamiento ideológico.
REDACCIÓN HO.- La Declaración de Delegación de la Santa Sede Delegación ante el Consejo Económico y Social de la ONU, en la 45ª reunión de la Comisión de Población y Desarrollo celebrada en Nueva York (24 de abril 2012, que adjuntamos íntegro en inglés | español), muestra
su apoyo explícito al derecho de los padres, como primeros educadores, a
optar por la educación en casa (homeschooling), al señalar:
"Hay alrededor de 250.000 las escuelas católicas de todo el mundo. Las escuelas católicas ayudan a los padres que tienen el derecho y el deber de elegir las escuelas, incluido el homeschooling (la educación en el hogar), y deben tener la libertad para hacerlo, que a su vez, debe ser respetada y facilitada por el Estado".
La afirmación de la delegación vaticana responde a una preocupación más amplia, que califica "tendencia desconcertante", a saber: "el deseo por parte de algunos de restar importancia al papel de los padres en la crianza de sus hijos, como para sugerir que, de alguna manera, no es función que compete a los padres, sino al Estado". En este sentido, subraya que la relación natural y esencial entre los padres y sus hijos ha sido ratificada y apoyada en la
Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH) afirma que "los
padres tienen derecho preferente a escoger el tipo de educación que
habrá de darse a sus hijos" (artículo 26, 3) y la
Convención sobre los Derechos del Niño (CDN) afirma que los padres
tienen "la responsabilidad primordial de la crianza y el desarrollo del
niño"(art. 18, 1).
"La familia es el núcleo original de la sociedad,
la base primordial de las relaciones sociales y el lugar donde se
cultivan las relaciones del futuro –nupciales, paternal, filial,
fraternal–", se recuerda, por ello "debe afirmarse el valor
singular e insustituible de la familia fundada en el matrimonio y la
inviolabilidad de la vida humana desde la concepción hasta la muerte
natural".
Con ello, se destaca de forma especial las cuestiones relativas a los niños, incluyendo las áreas educativas y comunicativas que hacen referencia al amor y a la sexualidad humana, el matrimonio y la familia: "todas las políticas y programas relativos a los niños deben estar en línea con la Convención. De este modo, se recuerda que el Estado "tiene una responsabilidad esencial en asegurar la prestación de servicios educativos, y el derecho a educar es una responsabilidad fundamental de los padres, instituciones religiosas y las comunidades locales (...). El sistema educativo funciona correctamente cuando se incluye la participación, en la planificación e implementación de políticas educativas, de los padres, la familia, y organizaciones religiosas, organizaciones de la sociedad civil y también el sector privado", añadiendo como en este proceso educativo, "el Estado debe respetar las decisiones que los padres hacen por sus hijos y evitar los intentos de adoctrinamiento ideológico".
Con ello, se destaca de forma especial las cuestiones relativas a los niños, incluyendo las áreas educativas y comunicativas que hacen referencia al amor y a la sexualidad humana, el matrimonio y la familia: "todas las políticas y programas relativos a los niños deben estar en línea con la Convención. De este modo, se recuerda que el Estado "tiene una responsabilidad esencial en asegurar la prestación de servicios educativos, y el derecho a educar es una responsabilidad fundamental de los padres, instituciones religiosas y las comunidades locales (...). El sistema educativo funciona correctamente cuando se incluye la participación, en la planificación e implementación de políticas educativas, de los padres, la familia, y organizaciones religiosas, organizaciones de la sociedad civil y también el sector privado", añadiendo como en este proceso educativo, "el Estado debe respetar las decisiones que los padres hacen por sus hijos y evitar los intentos de adoctrinamiento ideológico".
"Como
se afirma en el derecho internacional, los Estados están llamados a
respetar la libertad de los padres de escoger para sus hijos o pupilos
escuelas distintas de las establecidas por las autoridades públicas,
para garantizar la educación religiosa y moral de sus hijos
conforme a sus propias convicciones, que se aplica igualmente a su
derecho a hacer juicios sobre las cuestiones morales en relación con sus
hijos", se añade.
Reafirmando que la educación "juega un papel fundamental en el logro de un crecimiento económico sostenido
y equitativo, la erradicación de la pobreza y el desarrollo sostenible y
la reducción de la inequidad y la desigualdad, y es indispensable para
proteger y afirmar la dignidad trascendente de cada persona", se acaba
recordando que "los auténticos derechos que nos acercan al
desarrollo parten de la consideración de la persona humana, que lleva
dentro de él o de ella sus fuentes de inspiración infinita y divina,
como centro de todas las cuestiones de desarrollo, y por lo tanto
respeta la naturaleza de la familia, el papel de los padres, incluyendo
sus creencias religiosas y los valores éticos y culturales, y afirma la contribución que los jóvenes pueden hacer y hacen a su comunidad y la sociedad. Cuanto
más reconozcan esto los países, más será posible poner en práctica
políticas y programas que promuevan el bienestar general de todas las
personas".
Adjuntos:
Adjuntos:
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Se agradecen los comentarios