La construcción de nuevos colegios forma parte del plan para acabar con los módulos provisionales a lo largo de la legislatura.
04.12.11 - J. BATISTA | VALENCIA.
La primera fase del plan para eliminar las aulas
prefabricadas que pueblan los colegios de la Comunitat pasa por iniciar a
lo largo del próximo año las obras de 20 centros públicos. La cifra,
que puede resultar exagerada en la actual coyuntura económica, donde las
inversiones reales brillan por su ausencia, es la que se ha impuesto la
Conselleria de Educación para poder alcanzar uno de los primeros
compromisos que lanzó el presidente Alberto Fabra tras llegar a la
Generalitat: eliminar las instalaciones provisionales a lo largo de la
legislatura actual.
Comenzar la construcción de nuevos colegios públicos es
sólo una de las tres patas que sustentan este programa. La segunda pasa
por promover centros de iniciativa social (CIS), impulsados por el
sector privado que se levantarán en parcelas públicas cedidas por los
ayuntamientos y que contarán con el concierto educativo. En el mejor de
los casos, para el año que viene se iniciarán las obras de cinco, según
las previsiones de Educación. Además, se ubicarán en zonas donde exista
una demanda real de los padres en relación a este tipo de enseñanza
para sus hijos. En este caso, el impacto de los CIS en los objetivos del
plan es relativo, aunque sí propiciarán un trasvase de alumnos desde
centros públicos próximos, y por tanto, pueden suponer la retirada de
módulos provisionales ante la reducción de la demanda.
Por lo que respecta al tercer pilar todavía no han
trascendido los detalles, a la espera de finalizar los informes
jurídicos que deben evaluar la viabilidad de la propuesta, tal y como
apuntó un portavoz de la Conselleria.
En cuanto a los colegios de nueva planta, la inversión
prevista en los presupuestos para el año que viene asciende a 130
millones de euros, lo que supone duplicar la cuantía que se destinó en
2011, aunque también se incluye una pequeña parte para acometer reformas
y ampliaciones menores. Teniendo en cuenta las diferentes
manifestaciones realizadas por el conseller José Císcar, la idea es
dirigir este gasto hacia aquellos conformados en la actualidad por
instalaciones prefabricadas.
De esta forma, la práctica totalidad de la inversión
prevista por la Conselleria para 2012 se destinará a la construcción y
ampliación de centros públicos. Así, dos de las principales partidas,
que cubren la ejecución de obras en centros de Primaria y Secundaria, se
han incrementado en un 143% respecto a este año, al pasar el montante
global de 36,5 a los 88,7 millones consignados para 2012. Sin embargo,
desde Educación explicaron que los fondos totales podrán alcanzar los
citados 130 millones, sumando la cuantía de otras partidas
presupuestarias que figuran en otros capítulos de las cuentas públicas.
Tal y como apuntaron fuentes del sector de la
construcción especializadas en el ámbito educativo, con semejante
inversión se pueden llegar a levantar hasta 28 nuevos colegios públicos.
Además, añadieron que la Conselleria ya tiene avanzados los proyectos
de 20 de los centros, lo que significa que a lo largo del próximo
ejercicio ya podrían iniciarse las obras con la previsión de
finalizarlas a lo largo de 2013. El resto de actuaciones permanecerían
en diferentes fases de tramitación, como la licitación o la posterior
adjudicación de las actuaciones.
Fuentes de la Conselleria prefirieron no dar detalles
sobre las cifras o los centros que se priorizarán, y apuntaron que para
el mes de enero se prevé dar a conocer el mapa de necesidades educativas
2012-2015, donde se informará de los diferentes proyectos previstos en
los 30 municipios más grandes de la Comunitat, incluyendo los polémicos
CIS, muy criticados por parte de la comunidad educativa.
Sin embargo, de las declaraciones realizadas por Císcar
durante los últimos meses se desprenden algunas pistas. Por ejemplo, se
ha referido en varias ocasiones a la prioridad de actuaciones como la
del nuevo colegio de la calle Puerto Rico de Valencia, que permitirá
aliviar la carencia de plazas en el barrio de Ruzafa, o la necesidad de
actuar en algún centro de las inmediaciones de la avenida de Francia.
Otros casos concretos son el colegio Benadressa de Castellón o el Ciutat
de Cremona de Alaquás, conformados en la actualidad por aulas
prefabricadas.
En realidad, aunque de forma simbólica, el plan para
eliminar los módulos provisionales ya se ha iniciado en algunos centros
inaugurados en lo que va de año. Es lo que sucedió con la puesta en
funcionamiento del colegio La Cova, de la Vall d'Uixò, lo que permitió
retirarlos, o más recientemente, con la ampliación del Virgen de los
Desamparados de Silla.
Fuente: Las Provincias.
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