La educación no necesita demagogia, sino reformas

Editorial de Expansión (27-10-11).

  

La polémica generada por el último vídeo del PSOE que tacha a la escuela privada de elitista y condena a la población inmigrante a la pública es, precisamente, el único objetivo del equipo de campaña de Rubalcaba: provocar malestar y controversia en la sociedad para no abordar el debate de fondo. 

  

Y es que los socialistas saben que no está la Educación en España para que nadie haga bandera de ella, sobre todo de la pública, y aún menos el partido que ha gobernado los últimos ocho años, aquellos en los que se han agravado las deficiencias del sistema educativo español. 

  

Un fracaso escolar del 30%, un nivel de conocimientos a la cola de la UE y la creciente brecha entre el mundo académico y la realidad empresarial son el triste resultado de más de 25 años de erróneas políticas educativas. La nefasta encadenación de leyes de educación fracasadas la inició precisamente un Gobierno del PSOE, con Rubalcaba ya en los despachos del Ministerio de Educación, lo que hace aún más sorprendente que ahora trate de enarbolar la bandera de la calidad en la educación pública. 

  

El veneno inoculado por aquellas leyes –minusvaloración de la FP, pérdida de autoridad del profesorado, renuncia a la exigencia, al esfuerzo y el sacrificio...– será muy difícil y costoso de extraer, algo que desde luego no se conseguirá con mensajes dogmáticos y caducos como el del PSOE. 

   
De hecho, el vídeo socialista obvia una de las consecuencias de su deficiente gestión, como es la inadecuada integración de la población inmigrante en las aulas de la escuela pública española. Bajo el liderazgo de Zapatero y con la complicidad de Rubalcaba, los últimos ministros del ramo se han limitado a desandar los escasos avances logrados en época del PP y a implantar la asignatura de Educación para la Ciudadanía, una suerte de adoctrinamiento al servicio del socialismo y el pensamiento único. 

  

Son necesarias reformas profundas, y no demagogia, para rescatar a la educación pública y evitar que la privada sea sólo el refugio de quienes buscan evitar el adoctrinamiento, la masificación y la falta de medios de un modelo desfasado, y además pueden permitírselo.

  

Fuente: Expansión.