Por Lourdes Reguera Alonso.
Todos queremos centros educativos de calidad para nuestros hijos. Cada vez estoy más convencida de que si hubiera libertad de elección de centros por parte de nosotros los padres y las madres, la calidad mejoraría.
Para lograr una mayor calidad, los centros educativos deben procurar introducir criterios racionales en la planificación y gestión de sus actividades y obtener una mayor rentabilidad de los medios de que disponen, así como cierta competitividad en los productos que ofrecen. Pero todo esto se viene abajo cuando no se da la posibilidad de elección a los padres porque desaparece la sana competencia y lo que observo es la progresiva e imparable degradación de la enseñanza. ¿Cuándo reaccionaremos los padres?
Fuente: Hispanidad.com.
Todos queremos centros educativos de calidad para nuestros hijos. Cada vez estoy más convencida de que si hubiera libertad de elección de centros por parte de nosotros los padres y las madres, la calidad mejoraría.
Para lograr una mayor calidad, los centros educativos deben procurar introducir criterios racionales en la planificación y gestión de sus actividades y obtener una mayor rentabilidad de los medios de que disponen, así como cierta competitividad en los productos que ofrecen. Pero todo esto se viene abajo cuando no se da la posibilidad de elección a los padres porque desaparece la sana competencia y lo que observo es la progresiva e imparable degradación de la enseñanza. ¿Cuándo reaccionaremos los padres?
Fuente: Hispanidad.com.
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