La Asociación Católica de Maestros también participa como ponente en las charlas.
José Ángel Cuadrado Roca, 2.º de Periodismo
Valencia Educa en Libertad (VAEL) y la Asociación Católica de Maestros (ACM), se han unido para ofrecer cursos sobre educación sexual. “Los padres estamos preocupados por el rumbo actual de la sociedad. Era hora de actuar en materia de educación sexual y nos hemos puesto a ello”, explica Manuel Tarragona, vicepresidente de VAEL. “Los padres deben conocer la información en materia sexual que reciben sus hijos en las aulas”, añade Tarragona, quien de esta forma explica el motivo por el que imparten los cursos. Por ello, Federico Mulet presidente de la Asociación Católica de Maestros, interviene en los coloquios: “Es necesario explicar a los padres cuál es la verdadera educación que deben recibir sus hijos en materia sexual”.
En las charlas se abordan temas de diversa índole, pero el foco de atención es el aborto. “Desgraciadamente, esta práctica va a enviar a muchos niños al cielo. Parecen duras mis palabras pero son una realidad”, asegura el presidente de la Asociación Católica de Maestros. “Se ha perdido el sentido común, no se respetan los valores tradicionales y se ataca gravemente a la familia, que es el órgano más importante que existe y que todo el mundo reconoce”, apunta Tarragona.
Una paradoja
Para los ponentes, lo más increíble es que las grandes instituciones “defiendan a los discapacitados en la leyes, y que posteriormente legalicen las prácticas abortivas”. “No es posible que se pretenda proteger a los discapacitados y después se dé luz verde al aborto. Es una contradicción”, explica Tarragona. “Si se defiende a las personas incapacitadas, también debería hacerse lo mismo con los pequeños que van de camino con algún problema”, añade el vicepresidente de VAEL.
Los alumnos de Medicina son los que aprenden en la universidad a realizar las prácticas para el aborto. “Lo más fuerte de esto es que en poco tiempo el alumnado deberá aprender en la facultad a realizar estas prácticas”, indica Mulet. “De esta forma, cualquier docente que tenga convicciones católicas deberá asistir y ahí radicará el problema”, añade.
Por otro lado, en lo que ambos coinciden en las charlas es en que la educación deben impartirla tanto los padres como los maestros. “Los adolescentes pasan gran parte de las horas en la escuela; por ello, es necesario controlar lo que se hace en los centros”, asegura Tarragona. “Los profesores tenemos una labor casi tan importante como los padres pues pasamos más horas con los niños que ellos. La educación debe ser plural, libre y verdadera”, aclara Mulet.
Fuente: El Rotativo (n.º de noviembre de 2010, pág. 14)
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