viernes, 1 de abril de 2011

Ante todo, formar a la persona

Alternativa a Educación para la Ciudadanía. Un manual que no pretende crear ciudadanos en serie, sino formar personas de una pieza.

Por Isis Barajas.
 
¿Por qué formar ciudadanos si podemos formar personas en su totalidad? Esta es la visión el nuevo manual para la formación integral de los alumnos de Secundaria, Educar para ser (Back2School.es), que pretende ser una alternativa real a la asignatura de Educación para la Ciudadanía (EpC).
 
Lejos de pretender amoldar los contenidos de EpC al ideario de los centros, el área de formación integral de los colegios de los Legionarios de Cristo ha optado por una solución más profunda. En estos colegios no se imparte la asignatura, pero sí se aprovechan esas horas lectivas para abarcar una formación humana y en virtudes propia que, ahora, tras tres años de trabajo con profesores y alumnos en el aula, se pone a disposición de cualquier centro a través del libro de texto Educar para ser.
 
La principal novedad que presenta el manual es que concibe al alumno, no como un ciudadano en potencia que debe estar integrado en la sociedad y plegarse a lo que el Gobierno de turno marca como políticamente correcto, sino como una persona “que está empezando a descubrir su propia individualidad y está buscando su identidad y su lugar en el mundo”, señala Antonio Sastre, profesor de Antropología y Ética en la Universidad Francisco de Vitoria y autor del libro. Por tanto, el objetivo del manual es ayudar al adolescente en esta búsqueda para que descubra quién es, por qué tiene una dignidad inviolable y de dónde le viene esa dignidad. “Si formamos personas plenas y cabales, estas personas con el tiempo serán capaces de vivir con los demás y de ser buenos ciudadanos”, añade Sastre.
 
Una vez comenzado un apasionante viaje por el descubrimiento de uno mismo, el manual profundiza en la persona como un ser llamado al encuentro en su familia, con los amigos y en la sociedad. Posteriormente, y ya en el segundo de los tres bloques que conforman el libro, se abordan los valores que hacen que esa relación sea posible: la justicia y la caridad, en torno a los cuales se articulan todos los demás. Y finalmente, el último bloque habla de la comunidad política: la Constitución Española, las autonomías, las entidades supranacionales, etc. Gracias a este último apartado, el manual puede ser utilizado por los colegios que lo deseen para impartir la asignatura de EpC, pero desde una visión del ser humano que no pasaría los cánones de la ortodoxia de Ciudadanía.
  
Políticamente incorrecto
  
Mientras que la mayoría de los manuales de EpC entran en grave conflicto con la visión de la Iglesia sobre ciertos temas, Educar para ser es fiel al Magisterio desde la primera hasta la última línea. Valgan estas citas como ejemplo:
  • La familia está fundada sobre el matrimonio, ‘unión de vida’, fruto de la libre decisión por la que un hombre y una mujer se entregan el uno al otro ‘para toda la vida’ ante la sociedad, y que está abierta a acoger a los hijos.
  • La persona está en crisis por la distorsión de dos conceptos clave para entender qué significa ser persona: ‘el amor y la libertad’; su contenido se ha adulterado y banalizado, y se ha sustituido por ‘el placer y la desvinculación’.
  • Hay quien se pregunta si ‘el amor conyugal’ no puede ser también perfectamente de uno con uno, o de una con una. Sin embargo, en estos casos no hay ‘genuina donación’, pues no hay ‘verdadera alteridad’ ni ‘complementariedad’.
  • Las ‘raíces cristianas’ de Europa son incuestionables, y sin ellas, la identidad europea y occidental se diluiría.
  • Una ley positiva será injusta cuando atente contra las instituciones sociales básicas que se fundamentan en ‘la ley natural’, o contra algún derecho fundamental de las personas: el derecho a la vida y a la integridad física o moral, la libertad religiosa, el matrimonio, etc.
Para adquirir el libro, contactar con Rosario Barrios Cobo: 91 709 14 24 / 617 409 113, rbarrios@schoolsolutions.es, www.back2school.es.
Fuente: Revista Misión (n.º 19, pág. 28).

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