Valeriano Gómez hizo ayer tres declaraciones que le retratan como un tipo carente de pudor y de escrúpulos. Tras dar la cifra récord de 4.910.200 parados, la mayor de toda la historia de España, Valeriano declaró “no tiene importancia si se llega o no a los cinco millones”. Lo dice porque él no es uno de esos parados, claro. En segundo lugar, intentó culpar a Rajoy de esa cifra de paro: “ocho de cada diez despidos se producen en este país al amparo de una ley, que fue aprobada siendo ministro de aquel gobierno el señor Rajoy”. Es decir, que en siete años el gobierno socialista ha aprobado todo tipo de leyes injustas, abusivas y liberticidas, pero no ha tenido tiempo de cambiar una simple ley sobre despido. Pero lo peor de esa infame rueda de prensa del ministro del paro se refiere a los que acaban de llegar al mundo.
Apelando a la igualdad -el reclamo más manoseado por este gobierno para pisotear los derechos individuales- y añadiendo “la eficiencia de una economía, la capacidad, la producción y la riqueza” a su lista de pretextos, Valeriano expresó su deseo de “que todos los chicos pudieran estar escolarizados inmediatamente después de su nacimiento”. Pero no sólo lo expresó como deseo. Según él, ése “debería ser el centro de las futuras políticas de igualdad y conciliación en España en los proximos años”.
¿Valeriano Gómez tiene prisa por imponerles la EpC a los bebés?
La RAE define “escolarizar” como “proporcionar escuela a la población infantil para que reciba la enseñanza obligatoria”. ¿Nos puede explicar Valeriano qué enseñanza se puede impartir a un recién nacido? ¿O es que simplemente busca arrebatar del ámbito familiar a los neonatos de aquellas mujeres “ultraderechistas” -según los criterios ideológicos del PSOE- que aún tienen la osadía de querer ser madres, para así castigarlas por negarse a abortar? ¿Será que Valeriano y sus colegas no tienen bastante con que su gobierno haya emprendido la mayor campaña de imposición ideológica en las escuelas desde la dictadura franquista, que ahora quiere iniciar esa imposición ya antes de que los niños sepan decir “mamá” o “papá”? ¿O quizás se trata de una sugerencia de Peces-Barba, ese señor que demoniza a los padres, para arrebatar lo antes posible a los niños de la compañía de sus familias?
Mientras trato de resolver estas dudas, hay una cosa que saco en claro de estas declaraciones de Valeriano Gómez: tenemos un gobierno incompetente e incapaz de crear riqueza y empleo, pero que es un gran experto en andar haciéndole la puñeta a los ciudadanos. Sólo así se explica que Zapatero y sus ministros hayan llevado a España a una situación de ruina sin precedentes, con las mayores cifras de paro que ha padecido nuestro país, y que lejos de resolver el desaguisado que han armado, sólo se preocupan en seguir imponiéndonos sus más disparatados desvaríos ideológicos. ¡Ya está bien, caray!
Fuente: Contando estrelas.
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