Por Luis Fernando Pérez Bustamante.
He intentado por un momento imaginarme cuál habría sido la reacción de mis padres si hace 30 años yo hubiera llegado a casa contándoles que en el colegio me habían propuesto analizar una revista pornográfica. Y que además me hubieran asegurado que “la masturbación es otra práctica sexual más, que se puede realizar en solitario o en pareja". Y que “no hay una edad establecida” para la primera relación sexual, la cual “depende de cada persona, cuando se sienta preparado para ello". Mi duda es si mis “progenitores", especialmente mi padre, habría salido inmediatamente en dirección al colegio con un trabuco en la mano o si habría optado por hacerlo al día siguiente con una sierra eléctrica.
Exageraciones aparte, lo cierto es que no tengo la menor duda de que ambos habrían puesto el grito en el cielo ante semejante barrabasada. La perversión del socialismo gobernante es tal que los sociatas ya no tienen el menor recato en mostrarse cual son. Lo que ha denunciado Profesionales por la Ética en relación a la educación sexual que se da en las aulas andaluzas debería tener no sólo repercusiones electorales –si los andaluces son padres decentes no pueden votar al PSOE– sino también penales. Porque estamos hablando de algo que tiene que estar muy cerca de la corrupción de menores. ¿O acaso no es corrupción el animar a adolescentes al consumo de algo tan degradante como la pornografía? ¿Acaso la pornografía no es una forma de prostitución, en la que los “actores” venden su cuerpo para la satisfacción sexual del consumidor?
La Constitución española, que dicho sea de paso se ha convertido en una señora a la que violan políticos y “jueces” (léase TC) con furor, dice en su art 27.3, que “los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones“. Pues toma del frasco Carrasco. ¿Estás a favor de educar a tus hijos en la castidad? Te jorobas. ¿Estás a favor de educar a tus hijos en la moral católica? Te jorobas más. ¿Estás en contra de que el Estado le diga a tus hijos cuando pueden tener relaciones sexuales? Eso es que eres un facha reaccionario.
Miren, señores, la cosa empieza a ponerse ya en unos niveles que empieza a ser necesario que pasemos de las protestas a los hechos. La rebelión cívica contra un Estado totalitario que no respeta ni a nuestros hijos puede pasar de ser una opción a convertirse en una necesidad. No sé bien cómo podría articularse tal rebelión, pero algo habrá que ir pensando. Lo que está en juego es el futuro de este país, de las próximas generaciones. No podemos consentir que los cerdos que nos gobiernan enseñen sus cerdadas a nuestros chavales. Si permitimos tal cosa, es que somos unos padres indignos. ¡Basta ya!
Fuente: Infocatólica.
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