miércoles, 31 de agosto de 2011

El fracaso escolar se combatirá con más horas de clase y cursos obligatorios para docentes

El Consell promoverá un permiso laboral para los padres que acudan a las tutorías con el objetivo de facilitar el seguimiento formativo de los hijos. 

Varios estudiantes concentrados durante la realización de un examen | REUTERS

31.08.11 - J. BATISTA | VALENCIA. 

El plan de choque contra el fracaso escolar, la primera medida anunciada por el conseller José Císcar para la legislatura, ya tiene varios ejes fundamentales que la Conselleria quiere pulir junto a los actores de la comunidad educativa. Con la mirada puesta en 2014, busca reducir una realidad nefasta y de graves consecuencias en el mercado laboral. Y es que más de un tercio de los estudiantes valencianos de Secundaria no acaban la ESO, es decir, ni siquiera obtienen el graduado escolar. La perspectiva de hace apenas tres años, conseguir trabajo fácil recién cumplidos los 16 en sectores como la construcción o los servicios, ya no es válida. Y menos si en el apartado de formación del currículum el interesado sólo puede acreditar un discreto espacio en blanco. 
 
Las propuestas que planteará Educación afectan a tres áreas: familias, alumnos y docentes. Entre las soluciones que se ponen encima de la mesa destacan «una reforma profunda de la formación del profesorado», que contempla cursos de obligado cumplimiento, nuevos programas para ampliar el horario escolar, especialmente clases de refuerzo, o el implicar a las familias en el seguimiento exhaustivo de la formación de sus hijos. 
 
De hecho, el departamento de Císcar estudia qué posibilidades habrían para que los padres pudieran obtener permisos en el trabajo para facilitar el contacto con el profesor a través de las tutorías. La idea es evitar que la coincidencia de los horarios lectivos con los laborales dificulte la asistencia a las reuniones.
 
Sobre las propuestas relacionadas con el profesorado, la Conselleria alega que es necesario mejorar la formación en relación a las competencias clave que establece la Unión Europea, que además, son los parámetros que se emplean en las sucesivas evaluaciones internacionales para valorar el aprendizaje del alumnado. Se trata de ocho campos, entre los que destacan la competencia en lenguas extranjeras, en matemáticas, ciencia y tecnología, en materia digital (nuevas herramientas de comunicación), el espíritu de empresa o la expresión cultural (potenciar la música, las artes plásticas o las escénicas). 
 
Educación argumenta que los países miembros «dirigen sus políticas educativas en esta dirección», y sin embargo, el sistema valenciano «no ha sabido adaptarse a esta realidad curricular». «Estamos obligando a nuestros docentes a programar en competencias mientras al alumnado se le valora en distintas evaluaciones diagnósticas. Sin embargo, ni profesores ni alumnos han recibido la formación necesaria para adaptarse a esta realidad», señalan. Por ello propone que el estudio en competencias clave sea «de obligado cumplimiento» para el profesor. Además, quiere que los cursos se impartan en los propios centros para facilitar la asistencia.
 
En la actualidad, la formación para el profesorado es voluntaria, aunque es cierto que suele dar puntos para cuestiones como el acceso a cátedras o traslados. La única excepción, cuando se aprueba una oposición, es la necesidad de realizar 15 horas sobre riesgos laborales y 25 de formación en general, según el sindicato CSIF.
 
Objetivo: pactar las medidas
  
Sin duda será un punto a tener en cuenta en la negociación con los sindicatos, que seguro plantearán facilidades, como que la formación compute dentro del horario laboral. Desde Conselleria insistían ayer en que todas las propuestas deben someterse a negociación y que ninguna medida será cerrada. 
 
En cuanto a la implicación del alumno, el Consell pretende ampliar la oferta en la educación de adultos, pensando en reciclar a personas paradas que abandonaron los estudios de forma prematura, y potenciar las horas de refuerzo y los programas de cualificación inicial (PCPI). Se trata de planes para estudiantes con dificultades a los que se intenta motivar con formación vinculada a sus intereses, permitiéndoles acceder a un ciclo formativo de grado medio si superan el programa. Educación alega que el esfuerzo que debe exigirse al alumno «debe centrarse en aquello que mejor se adapta a su potencial».
 
Desde la Conselleria explicaron que se pretende aumentar el número de programas de ampliación del horario escolar -en fase experimental durante los últimos dos cursos-, que implican una hora más al día en Infantil y Primaria y dos en el resto de etapas, además de impulsar nuevas pruebas libres para obtener el título de Bachiller (en las del graduado la demanda se ha duplicado en un año). También se trabaja en el borrador de una ley de formación de personas adultas para facilitar la obtención de títulos.
 
Respecto a las familias y el citado permiso laboral, Educación argumenta que «deben ser parte esencial en la experiencia del aprendizaje». También se pedirá a los docentes que se «acomoden a los horarios de los padres».
 
Fuente: Las Provincias.

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