Más de 900 personas han asistido al congreso de universidades católicas - Foto: Alberto R. Roldán
Ávila.- En un momento de crisis de valores como el actual, las universidades católicas consideran que tienen un papel clave. De ello son conscientes los rectores de las cerca de 170 universidades de todo el mundo que estarán reunidas en Ávila hasta hoy en lo que se ha convertido en un laboratorio de ideas para dar a conocer su proyecto y su aportación a la sociedad. «Se ha perdido el horizonte de la construcción del hombre por la tecnología y es necesario más que nunca buscar la verdad a través de la investigación, pero debe ser iluminada por la verdad de Jesucristo», apunta Miguel Ángel Builes, rector de la Universidad de San Buena Ventura de Medellín (Colombia).
María del Rosario Sáez Yuguero, rectora de la Universidad Santa Teresa de Jesús de Ávila cree que «tenemos que dar una respuesta más incisiva ante los problemas sociales y escenarios cambiantes a los que asistimos, a todos los problemas de la ética en la investigación, generar pensamientos y una cultura que dignifique al hombre». El presidente del CEU, Carlos Romero, cree que es fundamental atender desde la universidad la nueva evangelización en la que está tan empeñado Benedicto XVI. Es decir, «es necesario evangelizar otra vez a la gente que ha tenido algún contacto con el cristianismo en algún momento de su vida y por circunstancias se ha alejado. Esa labor hay que abordarla desde la cultura». El nuevo rector de la Universidad San Pablo CEU, Juan Carlos Domínguez, cree que el elemento diferenciador de las universidades católicas es que «aportamos otra visión de la vida que tiene que ver con la trascendencia del ser humano y sin ella no puede haber una formación completa». Y es que «a los alumnos se les educa para la vida, no sólo para la ciencia, la técnica o para ejercer una profesión y eso es necesario potenciarlo ahora, en un momento de crisis de valores». Carlos Pérez del Valle, rector de la Abat Oliba CEU, de Barcelona añade otro reto importante al que enfrentarse, como es la relación entre profesor y alumno en el aprendizaje. «Una superabundancia de medios tecnológicos hace que se pierdan cosas como el discipulado». La universidad también tiene una aportación importante que hacer en la crisis porque «es un momento para valorar lo que cuestan las cosas y nuestras instituciones tienen que ayudar a que las personas crezcan en esa idea del bien común. Cada generación tiene que aprender qué puede aportar a la sociedad», explica José Alfredo Peris, rector de la San Vicente Mártir de Valencia.
Ángel Gómez Montoro, rector de la Universidad de Navarra, también es consciente del relativismo que se aprecia en la sociedad, así como de su pragmatismo. «Tenemos que recuperar la esencia de la universidad, que es enseñar cual es la verdad del hombre y la sociedad a través de la investigación y a la vez atender al estudiante de una manera integral». El reto se encuentra ahora en «recuperar los valores de los que el mundo se encuentra tan necesitado». En esto, y «en repensar la cultura y ver qué tiene que aportar la antropología cristiana a las ciencias y eso requiere un proceso donde cada una de las ciencias entre en contacto con la Filosofía y la Teología y se produzca una síntesis de saber», añade Daniel Sada, rector de la Francisco de Vitoria.
Feria del conocimiento en Ávila
El Congreso Mundial de Universidades católicas que se celebra en Ávila se ha convertido en un punto de encuentro entre los centros de distintos lugares del mundo a través de la Feria de Universidades. En ella están representados casi 30 centros de educación superior de países como Chile, Japón, Camerún, Alemanania, Colombia, Brasil, India, Eslovaquia, Austria, Argentina, Perú y Ecuador, además de España.
Fuente: La Razón.
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