Esa es la principal conclusión de su Congreso Mundial, clausurado por el cardenal Rouco.
REDACCIÓN HO.- El presidente de la Conferencia Episcopal, cardenal Antonio María Rouco Varela, ha clausurado la tarde de este domingo el Congreso Mundial de Universidades Católicas, que ha tenido lugar los días 12, 13 y 14 de agosto en Ávila. “Ha sido una excelente iniciativa de la Universidad Católica de Santa Teresa de Ávila con el horizonte de la Jornada Mundial de la Juventud como forma de ambientar y situar en la realidad, los problemas de la universidad vivida, edificada y construida por creyentes”, ha manifestado el también arzobispo de Madrid.
Evocando la historia de las universidades católicas en España, desde sus orígenes hasta su proliferación en los últimos lustros, monseños Rouco ha recordado que, a finales de los años 50, universidades pontificias como las de Navarra, Deusto, Comillas y Salamanca "pasaron a ser católicas". “El gran momento de las universidades católicas –ha señalado– son las cuatro últimas décadas”.
El cardenal Rouco Varela, que ha recordado ante los medios de comunicación la caída del muro de Berlín, ha reflexionado sobre el hecho de que, “para que nunca más haya muros de Berlín ni telones de acero”, es “muy bueno que las jóvenes generaciones que vienen a Madrid vuelvan a sus casas de tal forma que el corazón y el alma se les ensanche” y “se abra a ese gran horizonte al que tiene que servir la universidad católica”, desde un punto de vista tanto intelectual como teológico, así como el trabajo científico y el rigor de la vida y del pensamiento de una universidad que se profesa”.
Conclusiones del congreso
En el acto de clausura, se han leído, así mismo, las conclusiones del congreso. Los participantes en él consideran que las universidades católicas deben tener como “sello distintivo” la “apuesta por la persona, tanto en su dimensión individual como social”. En el texto, al que ha dado lectura Lydia Jiménez, presidenta del Consejo Directivo de la UCAV, se proclama que “la universidad católica del siglo XXI ha de convertir en realidad el gran reto de ofrecer una educación integral e integradora, en la que se promueva el deseo de ser santos a través de la defensa y promoción de valores” como el “compromiso ético y moral”.
Fruto de la reflexión y el debate habidos en este Congreso Mundial a través de las intervenciones de los expertos y las 60 comunicaciones presentadas, las conclusiones giran en torno a la “identidad” y la misión de las universidades católicas. En este último punto, también se destaca el reto de “llevar a cabo la misión evangelizadora” en las universidades y, atendiendo la petición de Benedicto XVI, “redefinir la identidad de la tarea universitaria hoy ensanchando los horizontes de la racionalidad”. Ello supone “una nueva forma de entender la ciencia, abierta a las preguntas y respuestas de la filosofía y la teología”. Es además prioritario que las universidades se dediquen a “generar una nueva ciencia”.
La idea de una “nueva refundación cultural” y la tarea de “repensar las ciencias” se recogen también en las conclusiones de este congreso, en el que han estado presentes representantes de universidades católicas de los cinco continentes y al que han asistido casi 900 personas de 40 nacionalidades.
Brasil acogerá en 2013 el próximo Congreso Mundial de Universidades Católicas
En la clausura también se ha anunciado formalmente que el próximo Congreso Mundial de Universidades Católicas se celebrará en 2013 en Brasil y que será acogido por la Pontificia Universidad Católica de Minas Gerais (PUC Minas) de Belo Horizonte (Brasil), que es la mayor universidad católica del mundo. Su pro-rector, Paulo Roberto de Sousa, ha recordado con alegría a los asistentes que ese mismo año la ciudad de Río de Janeiro acogerá la próxima Jornada Mundial de la Juventud.
Fuente: HazteOir.org.
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