Lourdes Ruano Espina, catedrática de Derecho Eclesiástico del Estado y representante española en el Seminario sobre Intolerancia y Discriminación contra los Cristianos en Europa, abordó en su intervención la situación en nuestro país.
El pasado 16 de marzo de 2011, tuvo lugar en Bruselas, en la sede del Parlamento Europeo, el Seminario sobre Intolerancia y Discriminación contra los Cristianos en Europa, organizado por eurodiputados del Partido Popular Europeo (PPE) y el Observatorio contra la intolerancia y la discriminación de los cristianos en Europa.
En él participaron varios expertos de diferentes países, entre los cuales se encuentran el europarlamentario del PPE Jan Olbrycht, el profesor de la Universidad de Nueva York Joseph Weiler y Massimo Introvigne, representante de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).
En representación de España, participó Lourdes Ruano Espina, catedrática de Derecho Eclesiástico del Estado de la Universidad de Salamanca.
En su intervención ante los europarlamentarios, la profesora Ruano explicó cómo “la Constitución española, al regular el factor religioso, ha diseñado un sistema de laicidad positiva, presidido por los principios de libertad religiosa, igualdad y no discriminación, aconfesionalidad y cooperación con las confesiones religiosas.” Tras recordar lo recogido en la Constitución Española, puso de manifiesto que “en España, en los últimos años, estamos asistiendo a una tendencia a reinterpretar la libertad religiosa en un sentido restrictivo”. “Probablemente –añadió– estemos ante la implantación solapada de un sistema laicista, absolutamente relativista, promovido desde el gobierno y asociaciones y lobbies afines, sin previa reforma constitucional.”
La catedrática salmantina fue desgranando en su intervención la situación actual en España.
“Por una parte, se procura la exclusión de todo signo religioso de los distintos ámbitos de la sociedad, con la pretensión de que quede confinado al ámbito privado de la conciencia individual”, expuso Lourdes Ruano. A su juicio, “algunas de las expresiones de una pretendida salvaguardia del pluralismo y la laicidad del Estado son manifestaciones de una solapada cristianofobia. En algunos casos, desde ciertos sectores se ha desarrollado un laicismo agresivo, intolerante y beligerante contra los católicos”.
Como muestra de esta realidad que se está viviendo en España, la profesora Ruano citó ante los asistentes algunos de los ejemplos más recientes: en noviembre de 2010, el boicot por parte de grupos antisistema a una conferencia que debía dar el Cardenal Rouco en la Universidad Autónoma de Madrid y que hubo de ser cancelada al no poder garantizar su seguridad ni la de los asistentes al acto; el cierre de la capilla existente para el culto católico en la Universidad Autónoma de Barcelona ante la persecución abierta desarrollada por ciertos grupos contra los católicos que asisten a ella; la ridiculización pública que diversos medios hacen de la Iglesia Católica y de los símbolos comunes a los cristianos amparándose en que son manifestaciones de la libertad de expresión; y la reciente profanación de la capilla de la Universidad Complutense, en el campus de Somosaguas, que la profesora Ruano relató con todo detalle a los europarlamentarios.
Tras afirmar que “estas y otras situaciones similares vulneran el derecho a la libertad religiosa y a la libertad de expresión y contradicen el sistema diseñado por la Constitución”, la catedrática prosiguió su intervención señalando que actualmente en España, “bajo la justificación de la defensa del pluralismo, la tolerancia y la laicidad, el relativismo absoluto y la ideología de género se erigen en dogma oficial”, y puso de relieve que “el Gobierno socialista ha logrado sacar adelante una abundante legislación que presenta importantes connotaciones e implicaciones morales y religiosas, impregnadas de esta concreta ideología y que atentan directamente contra las convicciones de un importante sector de la población, mayoritariamente católica”.
“Estas leyes –enfatizó la profesora Ruano– afectan principalmente a dos ámbitos de vital importancia, que se erigen en interés prioritario para cualquier gobierno que tenga como proyecto una revolución ideológica de amplio alcance. Uno es el matrimonio y la familia, célula básica, vertebradora de la sociedad. El otro es el sistema educativo, a través del cual se forma la mente y las conciencias de los menores”.
“Esta incontinencia normativa del gobierno –señaló– obedece a un proyecto ideológico y cultural, según ha confesado el propio presidente Zapatero, que pretende transformar la sociedad española y redefinir al hombre, partiendo de una antropología y una ideología (la llamada ideología o teoría de género) que resultan incompatibles con la antropología cristiana y contrarias a la ley moral”.
Como claro ejemplo de este proyecto, e instrumento para llevarlo a cabo, la profesora Ruano se refirió concretamente a la implantación de la materia genéricamente denominada Educación para la Ciudadanía, así como a la educación sexual y reproductiva obligatoria.
Como claro ejemplo de este proyecto, e instrumento para llevarlo a cabo, la profesora Ruano se refirió concretamente a la implantación de la materia genéricamente denominada Educación para la Ciudadanía, así como a la educación sexual y reproductiva obligatoria.
De la mencionada asignatura, Ruano dijo que “no es una materia neutral”. “Constituye –afirmó– todo un catecismo de adoctrinamiento moral e ideológico, de corte relativista y laicista, toda una teoría general sobre el hombre y los principios éticos que han de regir su conducta, tanto en el ámbito individual (incluso afectivo y emocional) como social, que ha de ser asimilada e incorporada a la conducta del alumno, imponiéndole una concreta formación ética y antropológica que condiciona y determina su formación integral”. Así mismo, resaltó que “la imposición, de forma institucional, de un sistema ideológico, mediante la construcción de una ética laica y un sistema de valores alternativo, lesiona gravemente la libertad de pensamiento, conciencia y religión”.
La profesora Ruano destacó también como un hecho relevante que “todas estas leyes, que inciden directamente en cuestiones morales, no contemplan la posibilidad de la objeción de conciencia, de quienes están sometidos a su cumplimiento pese a que el mismo pueda atentar contra su conciencia o sus creencias”. “Pese a ello –destacó ante los parlamentarios europeos–, en España estemos asistiendo a una verdadera eclosión de objeciones de conciencia, que se invocan, como único instrumento para salvaguardar ese ámbito intocable que representa el mundo de la conciencia y las convicciones personales”. Para ilustrar su afirmación, mencionó una serie de casos entre los que destacó, por su particular repercusión, “la invocación del derecho a la objeción de conciencia en el ámbito educativo, por parte de numerosos padres (más de 53.000), que se oponen a que sus hijos cursen Educación para la Ciudadanía, tal como ha sido configurada normativamente por el gobierno”. Una situación que, tal como explicó, ha motivado que haya en este momento más de 2.000 procedimientos judiciales y recordó que varios recursos de amparo han sido ya admitidos a trámite por el Tribunal Constitucional español y que numerosas familias han acudido ya al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, unas cifras que, a juicio de la catedrática, “hablan por sí solas”.
“Es preciso garantizar la necesaria neutralidad ideológica de los poderes públicos y el respeto a las libertades religiosa, de conciencia, de enseñanza y el derecho que asiste a los padres a que se garantice, por parte de los poderes públicos, que sus hijos van a ser educados conforme a sus convicciones religiosas y morales, y no se les va a imponer una educación que no solo es contraria a sus personales convicciones sino que contrarresta la que ellos procuran darles”, expuso la representante española.
La intervención de Lourdes Ruano concluyó con esta importante reflexión:
“Como todos los derechos humanos, la libertad religiosa no existe porque el Estado la reconozca. Los derechos humanos son anteriores y superiores a los derechos positivos, y el Estado está obligado a protegerlos y salvaguardarlos. Constituyen la esencia o el pilar que sustenta todo el ordenamiento jurídico, hasta el punto que su respeto o no revela la legitimidad de un Estado. Constituye uno de los pilares en que debe basarse la paz, la justicia y la libertad en el mundo Sólo así el Estado adquiere legitimidad ante sus ciudadanos y ante el resto de la comunidad internacional”.
En el debate posterior a su alocución, y ante la pregunta de cuál es la causa de estas manifestaciones de cristofobia que se perciben no sólo en España sino en Europa, la profesora Ruano contestó que, a su juicio, “la causa radica en el relativismo moral imperante en nuestro tiempo”.
Fuente: FEDEL.
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