- “Esta ley es un nuevo ataque hacia la libertad educativa”, indica el presidente de FEDEL.
- “Es obligatorio que la propuesta pase por el Consejo Escolar”, señala el secretario general de Concapa.
- “Es obligatorio que la propuesta pase por el Consejo Escolar”, señala el secretario general de Concapa.
Francisco Pertusa | 2.º Periodismo
El Gobierno ha aprobado el anteproyecto de la Ley de Igualdad de Trato. Esta proposición pretende la igualdad entre todos los ciudadanos y evitar cualquier discriminación por razones de sexo, raza, convicción, discapacidad o religión. La vertiente educativa de dicha ley niega el derecho de recibir financiación pública para los centros que no sean mixtos. “Esta propuesta evita la pluralidad y el derecho a elegir la educación que cada uno quiera”, asegura José Manuel Martínez Vega, secretario general de Concapa.
El hecho de que sea una ley elaborada por el Ministerio de Igualdad es considerado por Martínez como “anticonstitucional” y antes de que se apruebe “debe pasar obligatoriamente por el Consejo Escolar del Estado”. “Esta ley es un nuevo ataque del Gobierno hacia el corazón de la libertad educativa”, señala Jorge Sánchez, presidente de la Federación de Educación y Desarrollo en Libertad (FEDEL).
Para el presidente de FEDEL, la educación diferenciada es “la mejor manera de formar a los niños” y considera que no se puede intentar eliminar porque el desarrollo de hombres y mujeres es “completamente distinto, por lo que hay que separarlos”. La opinión de Martínez sigue esa línea y apunta que la única pretensión del Gobierno es crear una sociedad “sumisa y a su medida”.
Aunque desde el Ministerio de Igualdad se están intentando acelerar los trámites, Sánchez todavía confía en que la ley sea rechazada “por el bien de los niños”. El secretario general de Concapa añade que en períodos electorales es “difícil que dé tiempo a que se apruebe”. “Es una ley que no se puede hacer a la ligera por la cantidad de cuestiones que engloba”, explica Martínez.
Fuente: El Rotativo (n.º de febrero de 2011, pág. 14).
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