Por Lauren Funk.
NEW YORK, 4 de marzo (C-FAM).- La educación sexual gráfica para la juventud es el nuevo punto de debate en la ONU, como quedó demostrado en encuentros paralelos realizados la semana pasada, al sesionar la Comisión sobre la Condición de la Mujer.
El tema que tratará la Comisión este año es el «acceso y la participación de las mujeres y de las niñas en la educación, la capacitación, la ciencia y la tecnología». Mientras que los delegados están atareados con la negociación de resoluciones y documentos resultantes, organizaciones no gubernamentales (ONG) y de la ONU hacen campaña para que se implementen planes de estudio de corte social radical tanto en África como en América.
«Se precisa enseñar sobre el sexo oral, la masturbación y el orgasmo en la educación», dijo Diane Schneider a los presentes en un panel sobre la lucha contra la homofobia y la transfobia. Schneider, en representación de la National Education Association (NEA), principal gremio docente estadounidense, abogó por una educación sexual más «inclusiva» en las escuelas de Estados Unidos, con planes de estudio basados en la expresión hetero y homosexual liberal. Sostuvo que la noción de educación sexual continúa siendo un oxímoron si se basa en la abstinencia, o si los alumnos aún pueden optar por no asistir a esas clases.
La educación sexual integral es «la única forma de combatir el heterosexismo y la conformidad de género». Scheider manifestó: «debemos hacer que estos asuntos formen parte del programa estudiantil de cada escuela media y secundaria». «La expresión de la identidad de género y la orientación sexual son un espectro», explicó, y añadió que quienes se oponen a la homosexualidad «están atrapados en una caja binaria que crean la religión y la familia».
Un panelista belga presente en la misma reunión explicó cuán imprescindible es contar con apoyo gubernamental cuando se enseña sobre temas anti-discriminatorios. Afirmó que las «políticas positivas pro-LGBT en escuelas belgas son consecuencia directa de la legislación liberal y libre de prejuicios en Bélgica» y posteriormente recalcó la importancia de los estados en la provisión de material relevante para alumnos y maestros. Asimismo, avaló los programas de su país denominados «género en la licuadora», que son espacios de debate para docentes belgas que desean tratar cuestiones de género y transgénero en sus materias, a modo de modelo para otras naciones que quieren alentar a sus docentes para que aborden estos temas.
El sistema de la ONU también aboga por la sexualización de la juventud este año en la Comisión sobre la Situación de la Mujer. En un panel patrocinado en parte por el Fondo de Población de la ONU se habló a favor de la «educación sexual integral» no sólo como una herramienta para combatir el «abuso de género», sino también como una clave para alcanzar todos los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Los panelistas presentaron los altamente polémicos lineamientos de la UNESCO sobre educación sexual, así como también un nuevo plan de estudios auspiciado por la IPPF como el arquetipo dorado para la educación sexual integral. Ambos currículos promueven un enfoque liberal del sexo, aprueban la masturbación y exponen a los niños a material gráfico en sus primeros años. Los panelistas también insistieron en que estos programas sean implementados en las escuelas de modo de llegar a la mayor cantidad posible de alumnos, y también recomendaron comenzar cuanto antes, dado que muchas niñas de países en desarrollo abandonan los estudios antes de los diecisiete años.
A pesar de que la mayoría de los encuentros paralelos realizados durante la sesión de la Comisión sobre la Situación de la Mujer no están auspiciados por gobiernos y atraen a pocos delegados, las ONG que organizan estas reuniones son cabilderas de la ONU, lo cual implica que las agendas presentadas este año en la Comisión ejercerán influencia sobre las políticas de la ONU en un futuro próximo.
Traducido por Luciana María Palazzo de Castellano.
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