Entrevista al Conseller de Educación, Formación y Empleo.
Su posición como bastión de Francisco Camps y azote de José Joaquín Ripoll en la provincia le ha llevado a un ascenso meteórico hasta situarse como el gran referente alicantino en el Consell con su nombramiento al frente del área de Educación, Formación y Empleo.
SYLVIA ESCRIBANO
Está al frente de una Conselleria de mucho peso, más en los tiempos de crisis que corren. ¿Cuáles van a ser sus prioridades?
Estarán en consonancia con la filosofía y la denominación de la nueva Conselleria, que además de Educación aglutina Formación y Empleo. Y es que lo que pretendo es que el sistema educativo se oriente hacia el empleo. No quiero que cuando los estudiantes acaben sus ciclos formativos o su educación tengan que ir, como desgraciadamente está ocurriendo, a las oficinas del INEM. Tienen que salir capacitados y orientados a un trabajo.
¿Cómo piensa conseguirlo?
Implementando habilidades en el sistema educativo para que sepan lo que es tomar decisiones, el espíritu de sacrificio y el espíritu emprendedor. Dentro de la Formación Profesional lo que hay que hacer es orientarla hacia el empleo para cubrir con ella las demandas reales.
Los sindicatos han denunciado los recortes de profesores en Formación Profesional y sostienen que la oferta es insuficiente. Si la intención de su Conselleria es potenciar estos ciclos, ¿no lo ve contradictorio?
No hablamos de quitar profesores, habrá los que corresponda. Lo que ocurre es que los alumnos se han dado cuenta de que no tienen por qué pasar necesariamente por una carrera y de que para terminar sus estudios obligatorios e irse al paro es preferible la Formación Profesional. Eso ha generado que nos encontremos totalmente desbordados. Como mínimo, vamos a tener los mismos grupos que el año pasado. Plazas hay, pero todos no pueden entrar en un mismo ciclo. Tenemos que redistribuir entre lo que tenemos. Una de las grandes reformas que tenemos que acometer es la de la Formación Profesional.
¿Cómo se va a materializar ese cambio?
Hay que adecuar la oferta a las necesidades. Tenemos que tener mecanismos para saber en cada momento qué demanda el mercado laboral, que es cambiante. No tiene sentido ofertar un ciclo que no tiene salida. También queremos implantar un sistema en el que gran parte de la formación no sea en institutos sino en empresas. Nos pondremos de acuerdo con las Cámaras de Comercio para establecer convenios. Le dará más experiencia al alumno y el destino de muchos será el autoempleo, que es algo que queremos incentivar.
¿Se ha fijado algún plazo?
Desgraciadamente no puede ser a corto plazo porque es un cambio muy profundo en el sistema educativo.
¿Cree que la actual situación económica y la debilidad de las arcas públicas pueden dificultar sus proyectos?
Es complicado por la crisis y por la complejidad de la educación en sí, pero las prioridades son las políticas sociales y el Consell va a defender las cotas de bienestar de la Comunidad Valenciana. Por eso, en los últimos presupuestos de la Generalitat las únicas partidas que no se han tocado son las relativas a políticas sociales.
¿Significa eso que no va a meter la tijera?
La idea es no hacer recortes, aunque sí optimizar recursos. Estamos obligados a ser más eficientes que nunca en aquellas áreas en las que seamos capaces de prestar los mismos servicios pero de forma mas racional.
¿Cómo lo va a hacer?
Cuando en la Conselleria tengamos que acometer cualquier medida porque pensamos que ayuda a optimizar recursos, siempre nos vamos a hacer una pregunta: ¿Esta medida va en detrimento de la calidad de la educación? Si la respuesta es sí, no lo haremos. Siempre habrá una línea roja que no podremos pasar porque ninguna medida puede rebajar lo más mínimo el nivel de calidad que ahora tenemos.
Ponga un ejemplo.
Hay aulas con 10 y 12 alumnos que estudian lo mismo. Optimizar recursos significa que pueden estar en una misma clase sin que la calidad de la enseñanza se resienta.
¿Mejorará esa calidad la introducción del trilingüismo en las aulas?
Sin duda alguna. El conocimiento de una lengua extranjera, preferentemente el inglés, hará a los alumnos más competitivos a la hora de encontrar un trabajo. Se da lengua inglesa en los colegios e institutos pero la idea es que otras materias también se den en inglés.
¿Hay suficientes profesores cualificados para ello?
Una parte muy importante de la normativa que se apruebe se centrará en la formación del profesorado. No se contempla introducir un nuevo modelo de la noche a la mañana, de un curso a otro, sino que el proceso va a llevar años y tenemos que ir formando al profesorado.
¿Usted sabe inglés?
Sé algo de inglés y más de francés. Muy poco, desgraciadamente. Por eso que sufrí el sistema y porque lo que sé lo aprendí en el colegio, es por lo que entiendo que es necesario que cuanto más inglés –preferentemente– o francés se imparta, mucho mejor.
¿Y qué hay del chino que quiso introducir su predecesor en el cargo?
Pensamos dejarlo como está. Como una optativa y una posibilidad más que tienen los alumnos.
El número de plazas de profesor convocadas ha caído en picado, ¿piensa aumentarlas?
La oferta siempre va en función de la demanda, que es menor porque la población escolar se ha estancado y lleva dos años decreciendo. El efecto llamada que una situación de bonanza tiene sobre la población inmigrante ha desaparecido y, como consecuencia, hay un ligero decrecimiento. La ratio de profesores en la Comunidad es muy buena.
Entonces, ¿por qué hay bajas o vacantes sin cubrirse?
Es una cuestión del procedimiento administrativo. Las bolsas de profesores son complejas. Para el próximo curso los interinos se quedarán en sus provincias y eso hará más operativo el sistema para cubrir vacantes y bajas.
¿Cuál va a ser su relación con sindicatos y asociaciones de padres?
La misma que con todos los sectores que componen la comunidad educativa, como profesores y patronales de la enseñanza. Habrá una relación de diálogo absoluto y de predisposición para llegar acuerdos con ellos. Ya me estoy reuniendo con estos sectores.
Miles de alumnos de la Comunidad Valenciana siguen dando clase en barracones y, por poner un ejemplo, en el caso de Alicante hay hasta un colegio "fantasma" para dar plaza a los niños pese a que no existen las instalaciones. ¿Qué piensa hacer ante estas deficiencias?
Yo no les llamo barracones, sino aulas prefabricadas porque están dotadas de las condiciones mínimas para decir que son aulas. Tenemos una prioridad en la construcción de centros que pasa por los que están por completo en aulas prefabricadas y en ello incidiremos en los próximos años. Algunos alumnos lo están de forma temporal porque se están construyendo nuevos centros.
Pasó la época de vacas gordas y hay muchos centros que no se construyeron entonces, ¿cómo piensa hacerlo ahora que llegaron las vacas flacas?
Difícilmente se podían construir colegios a un ritmo mayor. En ocho años se han abierto más de 400 centros educativos. Evidentemente, con la crisis el ritmo no se va a poder mantener, pero ya tenemos una lista de prioridades. Seguiremos construyendo centros en la Comunidad, pero siguiendo criterios estrictos de necesidades de escolarización. En eso ayudarán mucho los Centros de Iniciativa Social (CIS).
¿Significa eso que reforzará la apuesta por los centros concertados?
Sí, será otra línea que pondremos en marcha. Los concertados aliviarán la presión de escolarización sobre los públicos. Se va a reforzar la apuesta porque tenemos menos concertados, en relación con los públicos, que otras comunidades como Madrid, Cataluña o el País Vasco.
Le voy a plantear un problema matemático...
Soy de letras (ríe).
Los directores de Secundaria han resumido la situación actual de los centros con la siguiente ecuación: más alumnos por aula, menos dinero y menos profesores. ¿Sabe la solución?
(...) La ratio de alumnos por profesor está legislada y nunca nosotros incumpliremos ninguna ratio. Esa es la solución.
Uno de los problemas educativos más graves de la Comunidad Valenciana es el fracaso escolar. ¿Va a darle un giro a las medidas para reducirlo?
El ministro de Educación dijo recientemente que el fracaso escolar es más o menos homogéneo en todas las comunidades. Eso no quiere decir que nos conformemos. Mientras haya un 1% de fracaso nuestra lucha continuará. La semana pasada ya anuncié un plan estratégico que queremos que diseñe la propia comunidad educativa, profesores, asociaciones de padres y madres y la administración. La intención es tenerlo en pocos meses y ponerlo en marcha.
¿Ve necesario un pacto por la educación entre todas las comunidades autónomas?
Sería muy deseable uno en el que entrase también el Estado. Mi partido, cuando esté en el Gobierno central, es lo primero que va a proponer.
¿Qué tiene pensado para que las universidades terminen de despegar?
Mi predecesor acordó con ellas un pacto por la financiación y a partir de 2013 el 60% del dinero que llegue a las universidades será por objetivos, por resultados. Eso es lo que más me gusta. Creo que las universidades valencianas públicas y privadas están en un nivel importante, pero es necesario que el Gobierno les reconozca el Campus de Excelencia Internacional.
¿Habrá más ayudas para la investigación?
Hay una inversión importante y la seguirá habiendo.
Existe una infrautilización de los centros escolares fuera de los horarios lectivos, ¿ha pensado darles algún uso?
Trabajaremos con los ayuntamientos para ello.
Hay padres que trabajan y se quejan de las dificultades que tienen para adaptarse a los horarios de sus hijos o al calendario de vacaciones escolares. ¿Piensa introducir algún cambio?
Casi nunca vamos a encontrar una solución óptima para todos, pero estamos dispuestos a valorar todas las problemáticas y, si tuviera que haber cambios, los habría, pero tras una valoración minuciosa y tomando decisiones favorables a la gran mayoría.
Con una de cada cuatro personas en paro, el desempleo es un importante caballo de batalla, pero ¿cómo hacerle frente desde la administración autonómica?
Vamos a hacer las políticas más responsables y eficientes posibles para la creación de empleo, pero en primer lugar se necesita confianza y la tiene que generar el Gobierno central. Las comunidades autónomas no pueden hacer una reforma laboral ni pueden decir cómo tiene que ser la negociación colectiva, ni pueden bajar el IVA.
¿Qué va a hacer entonces la Conselleria?
Tenemos competencias en la formación para desempleados y actuaremos en los nichos donde hay más parados. Son medidas complementarias que tenemos que acometer para que, cuando haya confianza y la situación económica despegue, seamos los primeros en salir de la crisis.
¿Se crearán puestos de trabajo?
Se van a crear porque el Consell y los sectores productivos irán de la mano, pero eso será exponencial cuando el Gobierno inspire la suficiente confianza en el mundo empresarial para que haya más inversión y las empresas se animen a contratar. Lo que garantizamos es que cuando llegue ese momento la Comunidad va a ser la primera en salir de la crisis porque aquí estamos poniendo ya los pilares para que así sea. Para salir de esta situación se precisan por parte del Gobierno central medidas diametralmente opuestas a las que se han tomado.
Concrete alguna.
Se hizo una reforma laboral que, pasado un tiempo deja ver que no ha dado los frutos que tenía que dar, que era la creación de empleo. Tenemos a las empresas asfixiadas por falta de financiación.
¿Se ampliará la oferta de empleo público?
Se ajustará a las necesidades de la Comunidad Valenciana. Es la pescadilla que se muerde la cola. Por un lado se pide austeridad y, por otro, más empleo público. Por lo tanto, lo mejor es ajustar la oferta a las necesidades reales.
¿Cómo ve la situación actual del PP en la Comunidad?
Veo un partido que está más fuerte que nunca y cohesionado. Es el más potente y mejor preparado y el que mejor defiende los intereses de la Comunidad.
¿Los escándalos de corrupción pueden debilitar su imagen?
Los escándalos de corrupción debilitan la imagen de cualquier político y partido, pero cuando te das cuenta de que esos escándalos no son tales sino que es una cacería como la que hemos estado sufriendo, la gente que es inteligente sabe distinguirlo.
Está considerado el hombre fuerte de la provincia en el Consell y hay quien, incluso, le ve como recambio de Camps. ¿Qué le parece?
Yo no soy recambio de nadie y mucho menos del presidente Camps. Queda presidente para rato y no se cuestiona para nada su liderazgo. En cuanto al referente de la provincia, significar que entre los tres consellers alicantinos gestionaremos casi el 85% del presupuesto de la Generalitat y la totalidad de políticas sociales. El peso nos lo tendremos que repartir a partes iguales.
¿Considera su nombramiento como conseller un premio por su labor contra el ripollismo en la provincia de Alicante?
En absoluto.
¿Cree que las tensiones entre campistas y ripollistas pueden desencadenar en una escisión del Partido Popular?
En absoluto. No hay tales tensiones. En la constitución de la nueva Diputación se pudo ver que tensiones no hay ninguna. Estaban prácticamente todos los alcaldes de la provincia y el clima era de absoluta y perfecta armonía.
¿Qué va a ser de José Joaquín Ripoll?
No lo sé porque no me corresponde a mí decidirlo.
¿Y si le correspondiera?
Lo único que puedo decir al respecto es que es una persona muy válida y que el partido le necesita. Tendrá nuevas responsabilidades donde el partido decida. Es una persona válida y seguirá teniendo responsabilidades políticas.
Fuente: Información.
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