17/07/2011 | Mut
Decía Benjamin Franklin que si un hombre vacía su monedero en su cabeza, nadie se lo podrá quitar y que la inversión en el conocimiento siempre paga el mejor interés. Siguiendo el consejo del presidente norteamericano, la Conselleria de Educación, Formación y Empleo va a poner ahora en marcha un Plan Estratégico dirigido a combatir el fracaso escolar.
En tiempo de crisis, la educación es la inversión más rentable para cualquier gobierno. Y digo inversión que no gasto porque el efecto multiplicador que tiene la formación es vital para cualquier sociedad avanzada donde sus ciudadanos desarrollan sus mejores aptitudes y capacidades para lograr el mayor bienestar y prosperidad. El fracaso escolar no está limitado a las aulas. Afecta a toda la sociedad.
El nuevo conseller de Educación, Formación y Empleo, José Císcar, ha anunciado como una de sus medidas estelares la lucha contra el fracaso escolar. No es baladí que la denominación de la nueva Conselleria anteponga la educación al empleo. Sin formación no hay cualificación y hoy en día el mercado laboral exige de una mano de obra más preparada y especializada para atender las necesidades de los generadores de empleo que son los empresarios. Esto en Castellón es clave.
Como afirmaba John Ruskin, “educar a un joven no es hacerle aprender algo que no sabía, sino hacer de él alguien que no existía”. No hay alumnos incapaces sino métodos ineficaces. Saber adaptarse como camaleones a las circunstancia del momento es lo que debe distinguir a todos los que se dedican a la educación. Incluir esta cualidad en su currículum es lo que hará que sean capaces de convertir los retos y problemas en oportunidades.
Fuente: Mediterráneo.
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