Presidente de la Federación Católica de APAs. Reelegido para el cargo, este doctor en Derecho y fiscalizador de las cuentas públicas es un toledano que habla el valenciano. Con 50 años y 7 hijos, es un firme creyente de la enseñanza concertada religiosa.
Nicolás Sánchez es profesor en la Universidad Católica. Eduard Ripoll
MAITE DUCAJÚ | VALENCIA
¿Qué ventajas tiene estudiar en un centro religioso?
La Constitución reconoce el derecho a crear colegios religiosos y que los padres puedan educar a sus hijos de acuerdo con sus creencias. Existen desde hace casi 500 años. La Iglesia promueve centros donde se puede educar de forma integral. San José de Calasanz decía educarlos en la piedad y las letras, en la cultura y en la fe. Aunque la educación en la fe y en valores corresponde a los padres que deben educar a sus hijos en valores y transmitir la fe. El colegio colabora, no puede hacer que nadie sea católico si los padres no colaboran. En ese contexto la Iglesia siempre ha promovido centros. Y los padres los piden porque quieren. Los colegios religiosos tienen un ideario pero ni éstos ni los públicos deben adoctrinar.
¿A qué les obliga el estar sostenidos con fondos públicos?
Obliga a responder de cómo se utilizan los fondos en la educación de los niños. Tu recibes un dinero y no lo usas en hacer fiestas o viajes para peregrinar a Roma sino que lo utilizas para financiar una subvención. No son funcionarios, son personas que reciben una subvención para prestar un servicio. El Estado tiene que decir cuáles son las condiciones en las que se debe prestar el servicio público, el número de alumnos, las asignaturas a impartir. Ningún colegio católico se negó a dar Educación para la Ciudadanía. Tienen que cumplir estrictamente la legalidad.
Con las cuotas para las asociaciones de padres o actividades ¿no están discriminando a niños que no se lo pueden permitir?
En los colegios concertados se paga una cuota de pertenencia a la asociación de padres que es voluntaria, el que quiera estar. Y, en algunos colegios, no en todos, se hacen unas aportaciones voluntarias al centro, y en algunos barrios muy humildes, nada. Se hace porque los conciertos hace unos años que no se actualizan. Las subvencione que se dan son muy limitadas, escasas. Hay muchos gastos que no los cubre el concierto, los gastos de inversiones, de Presupuestos no los cubre el concierto: obras, cambiar instalación eléctrica, mobiliario, ordenadores. El concierto eso no lo cubre. La administración tiene escasez de recursos y, en estos tiempos, más. Los centros públicos tienen problemas y se quejan a la Administración; en los concertados, en vez de quejarnos, los padres colaboramos porque lo que queremos es que la educación de nuestros hijos sea mejor. Hablamos de aportaciones voluntarias y diferentes en cada colegio.
¿Cómo afecta la crisis a los colegios privados?
Hay padres que tienen dificultad para llevar a sus hijos al comedor escolar. Los niños de los colegios concertados no reciben beca ni de comedor escolar ni de transporte. Tenemos planteados varios recursos en el Tribunal Superior de Justicia y en el Supremo pero no lo hemos conseguido, estamos pidiendo muchos padres que en los colegios dejen llevar a los niños con la comida de casa y puedan comer allí. Respecto a las aportaciones, son voluntarias. A los padres que no pueden se les ayuda. Hay dificultades. Se va sobrellevando.
¿Cuál es su opinión sobre la cesión de solares públicos a la enseñanza concertada?
Nadie nos ha informado sobre el particular. Pensamos que se debe dar a los padres lo que los padres quieren, que son colegios privados concertados o religiosos. Pensamos que lo que los padres quieren son colegios religiosos. Dominicos, Salesianos, Escolapios, son donde se queda mucha gente fuera. Pensamos que si hay muchos padres que se quedan fuera de las escuelas católicas, debería hacerse un esfuerzo para dar respuesta a lo que los padres quieren que, en definitiva, son los contribuyentes. Hablamos de escuelas católicas, no de cualquier centro privado. No estamos en la línea liberal de Madrid. Los colegios religiosos no tienen ánimo de lucro. Se puede estar de acuerdo o no, pero no tiene ánimo de lucro, no ganan dinero. Puede haber otros que sí que quieran montar colegios con ánimo de lucro, lo cual no está mal, pero la Administración debería ser muy consciente de a quién le cedes los suelos y para qué.
¿Habría que modificar el baremo de acceso a los centros?
Lo que se ha hecho en Madrid es hacer lo del distrito único, pero me parece que ésa no es la solución por lo que supondría. A las congregaciones u órdenes el baremo les viene muy bien. Si se me presentan 150 alumnos y tengo 70 plazas ¿a quién acepto? Las recomendaciones que me podrían caer ...
¿Ya no se hacen trampas en la matrícula?
Ya no se hacen trampas. Vamos, que yo conozca nunca se han hecho estas trampas. A veces, antes llamaba la Administración pidiendo que se aceptara a alguno. Cuando tengo una norma que me dice a quién tengo que coger a mí me solventa un problema. La solución sería buscar una para los 75 padres que se quedan fuera, no tratar de convencer a los padres de que lleven a sus hijos a un colegio público. La Administración educativa debe promover la situación de que pueda llevar ami hijo a un colegio religioso con unos valores y un ambiente concreto si es lo que deseo. La solución no es la del distrito único. La renta tampoco.
Fuente: Levante.
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