José Oltra Arrufat es el nuevo presidente de la
Federación Católica de Asociaciones de Padres de Alumnos de Valencia. Esta
trata de defender los derechos y deberes que a la familia y a sus miembros
corresponden en asuntos relacionados con la educación, de acuerdo con los
principios cristianos de la vida. Sobre temas de educación habla el presidente de
esta asociación que toca temas como el fracaso y el abandono escolar, el
plurilingüismo en las aulas y el nivel educativo que tiene la Comunidad
Valenciana.
Silvia Palomino | 2.º Periodismo
P. ¿Cómo valora el estado de la educación en la Comunidad Valenciana?
R. Los informes oficiales, como Pisa, ponen a España en una situación muy
mala, en la cola de la enseñanza
europea. Y dentro de España la Comunidad Valenciana está al final junto con las
ciudades de Ceuta y Melilla. Entendemos que hace falta un cambio radical por parte
de todos los componentes de la comunidad educativa, desde el propio alumnado, recuperando valores como el esfuerzo; el
profesorado y los padres, que en algunos casos han renunciado a la labor primaria
de educar, y por supuesto las autoridades educativas y la legislación, que
necesita una revisión profunda. Se tendrá que desarrollar a nivel nacional y la
Comunidad Valenciana adaptarlo.
P. ¿Qué cambiaría de la educación valenciana?
R. Cambiaría, para empezar, el concepto de competencias que viene recogido en
la LOE y que no ha llegado, en unos
casos por falta de recursos económicos que debería aportar la comunidad
educativa y en otros casos la autentificación del propio profesorado.
P. El fracaso escolar es un tema que preocupa a todos, ¿qué medidas harían que
se redujera ese alto nivel de fracaso y
abandono escolar?
R. Fundamentalmente hay que hacer efectivo el planteamiento de la diversidad
de los estudiantes. No podemos tener a todos los alumnos regidos por el mismo
rasero. Hay chicos que están desmotivados y no se atiende sus necesidades
específicas de educación y eso les hace que quieran abandonar. Habría que
reducir la edad de acceso a los FP, no a los 16 años, sino que puedan acceder antes
y que los chavales que están desmotivados y no quieren acceder al bachiller
puedan tener una salida por la vía de la formación profesional. Es muy
complejo; habría que volver a recuperar valores de esfuerzo. Hay que valorar,
no premiar tanto al estudiante que no se esfuerza como al que se esfuerza. Se
desmotiva al que quiere esforzarse como al que no. También habría que implicar
a las familias, que en algunos casos renuncian por problemas de otra índole a
implicarse en la educación de los hijos. Está demostrado, y hay estudios que lo
avalan, que cuando las familias están implicadas en los estudios y hacen un
seguimiento de los hijos los resultados académicos de los hijos son mucho
mejores.
P. ¿Cree que la FP sería una solución para el fracaso escolar?
R. Es una vía, no una solución cuando hablamos de alumnos que no tienen como
objetivo finalizar una carrera. Se cree que todos los estudiantes tienen que
tener una carrera, pero está demostrado que los FP han dado un resultado
magnífico. Está contrastado con las estadísticas que alumnos que estaban desmotivados empezaron un FP,
luego maduraron e incluso algunos retoman los estudios y vuelven al mundo académico,
siguen en el mundo académico y continúan en la universidad.
P. Añadir un curso más al bachiller, reduciría el paro juvenil, pero ¿sería
beneficioso para la educación de los alumnos?
R. El tema del bachiller es muy complejo, porque el Gobierno tendrá que decir
cómo lo está planteando porque no parece una vía fácil. Quitarle el cuarto
curso a la educación secundaria afectaría a la organización de los centros y
prolongar la educación hasta los 19 años, sería un problema. Tendrán que concretar
cuáles serán las medidas que adoptarán porque todas tienen repercusiones
importantes. Porque cuando se superan los 18 años ya pueden cursar la escuela
de adultos y supondría otro problema añadido.
P. ¿Cree que el nuevo gobierno cambiará o eliminará Educación para la
Ciudadanía?
R. Debería, si no cambiar la asignatura, sí cambiar los contenidos. Esta
asignatura ha sido una gran mentira en el sentido de que planteaba transmitir a
nuestros hijos conocimientos, información sobre el funcionamiento democrático, el
funcionamiento de los Estados, de la Constitución Española, y sin embargo, ha
sido utilizada para el adoctrinamiento. Ha mostrado contenidos que van en
contra de los valores que nosotros defendemos para nuestros hijos.
P. En cuanto al plurilingüismo en las aulas, ¿de qué manera se puede solucionar
que los niños estén equitativamente a nivel de idiomas?
R. Las lenguas están para entenderse. En ese sentido creo que está bastante
bien recogido en la legislación: los padres pueden elegir el idioma de
progresión de sus hijos. El problema en esto es que no haya plazas reales, es
decir, cuando alguien quiere hacerlo en línea castellana, que tenga plaza y
cuando quiera en valenciano, que también la tenga. Sobre todo es muy importante
que el alumno tenga sitio en la zona que le corresponde. Muchas veces no puedes
acceder a la educación en tu zona porque no se dispone de plazas.
P. ¿Cuáles son sus planes de futuro como nuevo presidente de FCAPA?
R. En principio, continuaré con la labor que se venía haciendo anteriormente, que
llevaba a cabo mi predecesor Nicolás Sánchez, que ha hecho un gran trabajo. Trabajar
para la mejora de la enseñanza principalmente centrándonos en el fracaso y
abandono escolar. Esas son un poco las líneas generales en las que vamos a
trabajar.
Fuente: El Rotativo (n.º de febrero de 2012, pág. 16).
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