jueves, 16 de febrero de 2012

José Oltra: “Hace falta un cambio radical para mejorar la educación en Valencia”

José Oltra Arrufat es el nuevo presidente de la Federación Católica de Asociaciones de Padres de Alumnos de Valencia. Esta trata de defender los derechos y deberes que a la familia y a sus miembros corresponden en asuntos relacionados con la educación, de acuerdo con los principios cristianos de la vida. Sobre temas de educación habla el presidente de esta asociación que toca temas como el fracaso y el abandono escolar, el plurilingüismo en las aulas y el nivel educativo que tiene la Comunidad Valenciana.
 
Silvia Palomino | 2.º Periodismo
 
P. ¿Cómo valora el estado de la educación en la Comunidad Valenciana?

R. Los informes oficiales, como Pisa, ponen a España en una situación muy mala, en  la cola de la enseñanza europea. Y dentro de España la Comunidad Valenciana está al final junto con las ciudades de Ceuta y Melilla. Entendemos que hace falta un cambio radical por parte de todos los componentes de la comunidad educativa, desde el propio alumnado,  recuperando valores como el esfuerzo; el profesorado y los padres, que en algunos casos han renunciado a la labor primaria de educar, y por supuesto las autoridades educativas y la legislación, que necesita una revisión profunda. Se tendrá que desarrollar a nivel nacional y la Comunidad Valenciana adaptarlo.
 
P. ¿Qué cambiaría de la educación valenciana?
 
R. Cambiaría, para empezar, el concepto de competencias que viene recogido en la LOE y  que no ha llegado, en unos casos por falta de recursos económicos que debería aportar la comunidad educativa y en otros casos la autentificación del propio profesorado.
 
P. El fracaso escolar es un tema que preocupa a todos, ¿qué medidas harían que se redujera  ese alto nivel de fracaso y abandono escolar?
 
R. Fundamentalmente hay que hacer efectivo el planteamiento de la diversidad de los estudiantes. No podemos tener a todos los alumnos regidos por el mismo rasero. Hay chicos que están desmotivados y no se atiende sus necesidades específicas de educación y eso les hace que quieran abandonar. Habría que reducir la edad de acceso a los FP, no a los 16 años, sino que puedan acceder antes y que los chavales que están desmotivados y no quieren acceder al bachiller puedan tener una salida por la vía de la formación profesional. Es muy complejo; habría que volver a recuperar valores de esfuerzo. Hay que valorar, no premiar tanto al estudiante que no se esfuerza como al que se esfuerza. Se desmotiva al que quiere esforzarse como al que no. También habría que implicar a las familias, que en algunos casos renuncian por problemas de otra índole a implicarse en la educación de los hijos. Está demostrado, y hay estudios que lo avalan, que cuando las familias están implicadas en los estudios y hacen un seguimiento de los hijos los resultados académicos de los hijos son mucho mejores.
 
P. ¿Cree que la FP sería una solución para el fracaso escolar?
 
R. Es una vía, no una solución cuando hablamos de alumnos que no tienen como objetivo finalizar una carrera. Se cree que todos los estudiantes tienen que tener una carrera, pero está demostrado que los FP han dado un resultado magnífico. Está contrastado con las estadísticas que alumnos que estaban desmotivados empezaron un FP, luego maduraron e incluso algunos retoman los estudios y vuelven al mundo académico, siguen en el mundo académico y continúan en la universidad.
 
P. Añadir un curso más al bachiller, reduciría el paro juvenil, pero ¿sería beneficioso para la educación de los alumnos?
 
R. El tema del bachiller es muy complejo, porque el Gobierno tendrá que decir cómo lo está planteando porque no parece una vía fácil. Quitarle el cuarto curso a la educación secundaria afectaría a la organización de los centros y prolongar la educación hasta los 19 años, sería un problema. Tendrán que concretar cuáles serán las medidas que adoptarán porque todas tienen repercusiones importantes. Porque cuando se superan los 18 años ya pueden cursar la escuela de adultos y supondría otro problema añadido.
 
P. ¿Cree que el nuevo gobierno cambiará o eliminará Educación para la Ciudadanía?
 
R. Debería, si no cambiar la asignatura, sí cambiar los contenidos. Esta asignatura ha sido una gran mentira en el sentido de que planteaba transmitir a nuestros hijos conocimientos, información sobre el funcionamiento democrático, el funcionamiento de los Estados, de la Constitución Española, y sin embargo, ha sido utilizada para el adoctrinamiento. Ha mostrado contenidos que van en contra de los valores que nosotros defendemos para nuestros hijos.
 
P. En cuanto al plurilingüismo en las aulas, ¿de qué manera se puede solucionar que los niños estén equitativamente a nivel de idiomas?
 
R. Las lenguas están para entenderse. En ese sentido creo que está bastante bien recogido en la legislación: los padres pueden elegir el idioma de progresión de sus hijos. El problema en esto es que no haya plazas reales, es decir, cuando alguien quiere hacerlo en línea castellana, que tenga plaza y cuando quiera en valenciano, que también la tenga. Sobre todo es muy importante que el alumno tenga sitio en la zona que le corresponde. Muchas veces no puedes acceder a la educación en tu zona porque no se dispone de plazas.
 
P. ¿Cuáles son sus planes de futuro como nuevo presidente de FCAPA?
 
R. En principio, continuaré con la labor que se venía haciendo anteriormente, que llevaba a cabo mi predecesor Nicolás Sánchez, que ha hecho un gran trabajo. Trabajar para la mejora de la enseñanza principalmente centrándonos en el fracaso y abandono escolar. Esas son un poco las líneas generales en las que vamos a trabajar.

Fuente: El Rotativo (n.º de febrero de 2012, pág. 16).

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