lunes, 13 de febrero de 2012

Leonor Tamayo: "Sin el coraje de los padres, la resistencia a EpC no hubiese tenido sentido ni proyección"

Como responsable de Relaciones Internacionales de Profesionales por la Ética, Leonor Tamayo ha conseguido que el conflicto español de Educación para la Ciudadanía (EpC) llegue nada menos que al Parlamento Europeo de Bruselas, al Consejo de Europa de Estrasburgo, a diferentes reuniones de la OSCE, al Comité de Derechos Humanos Naciones Unidas en Ginebra o  a la Santa Sede en Roma.
  
Pero antes de enfrentarse a este reto, esta joven madre de siete hijos (con otro en camino), licenciada y doctoranda en Filología Inglesa y docente un buen número de años en la ESO y Bachillerato, conocía de primerísima mano los motivos, las ilusiones y las preocupaciones de una gran parte de las familias, con rostro y corazón, que habían decidido plantar cara al Estado en defensa de su derecho/deber de educar a sus hijos.
  
No en vano, Leonor Tamayo animó y coordinó eficazmente día a día y durante mucho tiempo las populares “redes locales” de padres y plataformas objetores a EpC, una iniciativa pionera que permitió a objetores de conciencia de toda España participar en una verdadera comunión por el bien de todos y multiplicar sus esfuerzos hasta límites que nunca habían soñado. En la perspectiva de cinco años de resistencia cívica, la novedad de “redes locales” fue una realidad decisiva sin la cual difícilmente se hubiese obtenido la victoria de la anunciada desaparición de EpC.
 
Con esta mujer comprometida y creativa que es Leonor Tamayo, que tanto ha ayudado a desarrollar el “espíritu de cuerpo” del movimiento de padres objetores de conciencia a EpC y que nunca deja de subrayar el apoyo constante de su marido Paco, hemos mantenido el diálogo que transcribimos a continuación sobre su balance de la campaña de objeción a EpC.

madres objetoras 4
Sin duda queda mucho por concretar, pero ahora que la batalla frente a EpC puede estar llegando a su final ¿qué aspectos son los que más recuerda de estos largos 5 años?
    
Esos días van pasando por mi memoria…, sobre todo, muchos nombres propios, muchas madres sí sobre todo madres, sus llamadas de teléfono preocupadas, sus correos contando los problemas, las preocupaciones, las dudas, las pequeñas victorias….y me siento profundamente agradecida porque ha sido su coraje constante el que ahora nos ha dado la victoria. Puede ser verdad que se ha conseguido por la suma de muchos factores, pero sin esos padres valientes y decididos, sin esos niños confiados y seguros de sus padres, la movilización social sin precedentes que ha supuesto el movimiento objetor no hubiese tenido ni sentido ni proyección. Sencillamente, no se habría producido. Son esos padres los que han ganado la batalla, padres que sólo saben mirar hacia delante y que por eso han conquistado este paso de libertad.
  
 
¿Y qué es lo que ha movido a tantos padres en la misma dirección y durante tanto tiempo?
   
Si hay algo que puede mover todos los resortes de una persona son los hijos. Una madre o un padre, para defenderles, es capaz de todo y todo se le hace poco. Por eso la sociedad despertó sobresaltada cuando  se le mostró, hace ya casi seis años, la realidad de EpC y, sobre todo, lo que significaba la imposición de una moral de Estado: que te arrebaten la formación moral de tus hijos –¡con lo que cuesta encaminarlos!. Y frente a eso no cabía otra opción que ponerse en pie, dar ese paso al frente y no retroceder hasta obtener una victoria que ponga fin a una situación injusta, demencial y contraria a una responsabilidad que está inscrita en el corazón de cada madre y cada padre.
  
VIII Seminario Formacion Formadores EpC 120708
¿Y qué es lo que se ha hecho bien? ¿qué es lo que ha permitido que este esfuerzo de  tantos padres anónimos haya dado estos frutos?
  
De entre esos padres algunos optaron por darle un sentido práctico a su lucha personal y tomaron las riendas de las famosas plataformas locales y regionales. Plataformas que funcionaban de manera independiente pero contando con el apoyo de todos y un cierto grado de coordinación. Ellos podían llegar donde los demás, desde las asociaciones nacionales no podíamos, a cada padre y a cada colegio, en todas las provincias de España. Podían estar cerca, informar, asesorar y acompañar a los padres, incluso físicamente cuando hacía falta. Y por eso ningún padre objetor se ha sentido solo; eso les dio la fuerza y la confianza necesaria para seguir adelante año tras año y también les empujó a involucrarse ellos mismos para ser partícipes de esa potente comunidad de generosidad y de responsabilidad social.
  
Y aunque el gobierno de Zapatero quiso durante mucho tiempo acallar la objeción, minimizarla y zanjarla, no contaba con una respuesta como la que tuvo, no contaba con un valor como el que hemos vivido, con miles de padres defendiéndose y recuperando la iniciativa. No contaba con que había algo vivo en cada una de las palabras de los objetores, que las amenazas no valían, las mentiras no se las creían y la manipulación no tenía efecto. Todo esto pilló al Gobierno por sorpresa, como le ha pasado al conjunto de la sociedad que miraba perpleja y admirada. Creo que ante esta novedad, que rompía esquemas anteriores, los ideólogos no supieron reaccionar.
  
Sabíamos, además, que la victoria llegaría. La verdad siempre acaba venciendo, pero hay que saber proponerla y no rendirese nunca. Eso ha sido exactamente lo que ha pasado.
  
Rueda de Prensa Castilla y LeónSupongo que todo esto implica mucho esfuerzo y mucho trabajo, una trastienda ajetreada…
  
Efectivamente, ha habido mucho trabajo detrás por parte de todos: las asociaciones nacionales que proporcionaban los recursos, la formación y las herramientas necesarias; los abogados y procuradores que han trabajado a destajo pasando totalmente desapercibidos; y los miembros y representantes de las plataformas, madres y padres anónimos que jamás habían tenido una proyección mediática ni social, y que aprendieron poco a poco a manejarse entre los medios de comunicación, las reuniones con políticos y las charlas informativas a grandes grupos de padres. Son muchas horas de dedicación diaria que ya entonces merecían la pena y ahora se ven recompensadas.
 
  
Ver otras entrevistas con Leonor Tamayo:  

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