viernes, 21 de enero de 2011

Ley de Igualdad de Trato, un recorte más a la libertad

Por Javier Cámara.

La obsesión del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero por recortar libertades no tiene límites. Desde que accedió al poder en el año 2004 no ha hecho más que legislar con el único y claro objetivo de imponer un modelo de sociedad al gusto de la izquierda más radical e intolerante. Disponer del control absoluto de adoctrinamiento y manipular la ideología de la ciudadanía ha sido y es la meta de un Ejecutivo que ha dado sobradas muestras de anteponer su pensamiento único a la libertad individual.
 
Todo empezó con Educación para la Ciudadanía, una asignatura que vulnera el derecho constitucional de los padres a elegir la formación moral y religiosa que quieren para sus hijos, el derecho a la privacidad y el derecho a la libertad de pensamiento, conciencia y religión. Todos éstos están garantizados en la Constitución española y la Convención Europea de Derechos Humanos.
 
Luego vino la Ley del Aborto, una norma sin demanda social que no se había incluido en el programa electoral y que responde sólo a los intereses de inculcar la siempre políticamente correcta ideología de género. La perversión de la norma es total, ya que al plantearse como un derecho, se busca eliminar el también derecho constitucional a la objeción de conciencia en el ámbito sanitario. Además, la ley se compuso con el malicioso añadido de imponer la asignatura de Educación Sexual a los alumnos. Otro ataque al proceso de aprendizaje elegido por los padres para sus hijos.
 
Recientemente nos hemos encontrado con el anteproyecto de Ley de Igualdad de Trato y no Discriminación. Nada más ver la luz, un alubión de críticas ha puesto en entredicho la validez de una norma que ya está incluida en nuestra Constitución. El plan es evidente: legislar sobre lo que ya existe, pero con su enfoque tendencioso. 
 
La cosa es seria porque se pone en juego un serio recorte a libertades como la de opinión y expresión (no podremos llamar a nadie “feo”), la de mercado (previsto en la discriminación laboral y de acceso a la vivienda), la de educación (por la retirada del concierto a centros con educación diferenciada) y, por no extenderme, la de lengua, con toda la polémica que la inmersión lingüística ha traído en los últimos tiempos en España.
 
Para rematar, se anuncia la implantación de un Consejo Estatal de Medios Audiovisuales con la excusa de eliminar la tele basura de nuestros hogares y la crispación de la sociedad. Salta a la vista, no soy el primero en decirlo, que este órgano censor nace con la única misión de controlar los contenidos de las televisiones y emisoras de radio que no comulgan con el ideario “zapateresco”. Hasta el más tonto ve que este Consejo, politizado y con capacidad para sancionar, es una clara amenaza para la libertad de expresión.
 
Y digo yo: ¿Y qué pasa si encuentro más inteligente “Sálvame” que el Debate sobre el Estado de la Nación? ¿Guarda Zapatero alguna medida intervencionista más de aquí al final de la legislatura? ¿Qué fue de aquello de que el Estado no debe promover una visión particular de la moralidad en detrimento de otras? ¿Qué criterios de neutralidad establece este Gobierno? ¿Me multarán por cuestionar el laicismo dominante y por decir “tonto”?
 
Si se aprueba definitivamente la Ley de Igualdad de Trato y se pone en marcha este Consejo Estatal de Medios Audiovisuales, determinadas conductas y declaraciones de nuestro ámbito privado, hasta ahora intocables, pasarán a ser delito con la consiguiente infracción o, incluso, cierre de negocio. 
 
Por lo menos, los padres trabajadores podrán disfrutar del permiso de lactancia. ¡Ver para creer!

Fuente: El Imparcial.

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