Por Tobías Medina Cledón.
El Consejo de Ministros aprobó el anteproyecto de Ley sobre igualdad de trato y no discriminación. Si sale adelante, supondrá precisamente una discriminación contra los colegios concertados de educación diferenciada –que imparten a chicos y chicas formación por separado– al excluirlos de toda subvención estatal; perjudicará a miles de familias que optan por esta enseñanza; contradirá acuerdos internacionales firmados por España y hará de nuestro país una isla educativa dentro de Europa. Y es que todos los países que han legislado sobre igualdad –Inglaterra, Alemania, Francia, Italia, Bélgica, Portugal...– reconocen que la educación diferenciada no supone discriminación por razón de sexo.
La igualdad en educación no es uniformidad; debe tener en cuenta las diferencias somáticas e intelectuales de los alumnos. A nadie extraña que haya equipos deportivos masculinos y femeninos. Fútbol, tenis, ciclismo, baloncesto... organizan campeonatos diferenciados por razón del sexo de los/as participantes y a nadie se le ocurre pensar que es por discriminarlos.
No es igual el desarrollo intelectual de chicos y chicas; éstas son más precoces que aquellos; mezclarlos en las aulas supone para los maestros "andar al ritmo de los más lentos" con la consiguiente pérdida de eficacia y excelencia en la formación. Igualar a todos "por abajo" hace flaco servicio a un país que quiere ser competitivo y puntero.
Ese anteproyecto de Ley no contenta a nadie, porque se inmiscuye de manera totalitaria en la libertad con que instituciones o individuos desean gestionar sus asuntos. ¿Y discutimos acaloradamente si tal o cual gobernante fue totalitario, dictador o autoritario?
Fuente: El Periódico de Extremadura.
El Consejo de Ministros aprobó el anteproyecto de Ley sobre igualdad de trato y no discriminación. Si sale adelante, supondrá precisamente una discriminación contra los colegios concertados de educación diferenciada –que imparten a chicos y chicas formación por separado– al excluirlos de toda subvención estatal; perjudicará a miles de familias que optan por esta enseñanza; contradirá acuerdos internacionales firmados por España y hará de nuestro país una isla educativa dentro de Europa. Y es que todos los países que han legislado sobre igualdad –Inglaterra, Alemania, Francia, Italia, Bélgica, Portugal...– reconocen que la educación diferenciada no supone discriminación por razón de sexo.
La igualdad en educación no es uniformidad; debe tener en cuenta las diferencias somáticas e intelectuales de los alumnos. A nadie extraña que haya equipos deportivos masculinos y femeninos. Fútbol, tenis, ciclismo, baloncesto... organizan campeonatos diferenciados por razón del sexo de los/as participantes y a nadie se le ocurre pensar que es por discriminarlos.
No es igual el desarrollo intelectual de chicos y chicas; éstas son más precoces que aquellos; mezclarlos en las aulas supone para los maestros "andar al ritmo de los más lentos" con la consiguiente pérdida de eficacia y excelencia en la formación. Igualar a todos "por abajo" hace flaco servicio a un país que quiere ser competitivo y puntero.
Ese anteproyecto de Ley no contenta a nadie, porque se inmiscuye de manera totalitaria en la libertad con que instituciones o individuos desean gestionar sus asuntos. ¿Y discutimos acaloradamente si tal o cual gobernante fue totalitario, dictador o autoritario?
Fuente: El Periódico de Extremadura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Se agradecen los comentarios