Bien por los miembros de la Mesa del Congreso del PP, PNV y CiU que se han opuesto a la tramitación por vía de urgencia de la ‘Ley de igualdad de trato’ (léase ‘Ley de discriminación de quienes no piensan como la ministra que nombra a quien le sale de los cojones’).
Si su tramitación en los plazos establecidos impide su aprobación, estaremos de enhorabuena. Lo que me preocupa es que quienes dicen defender la libertad de educación fíen todo a los plazos y las triquiñuelas legales sin emplear el argumento más radical e indiscutible: la libertad de los padres para escoger el tipo de educación acorde a sus convicciones. Y es que la educación diferenciada, antes que un derecho de los empresarios, es una demanda de los padres. A ver si aprendemos a argumentar con radicalidad.
Fuente: Objetores.org.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Se agradecen los comentarios