Lo distribuye el Ministerio de Educación argentino.
El doctor Carlos Abel Rey advirtió sobre el contenido de un manual de Educación Sexual que distribuye el Ministerio de Educación de la Nación, para que sea estudiado y discutido «obligatoriamente» en todas las escuelas primarias y secundarias, oficiales y públicas del país, del que dijo que tiene «una ideología relativista, sexista, apartado de la verdad biológica y ética».
(Aica) El doctor Carlos Abel Rey advirtió sobre el contenido de un manual de Educación Sexual que distribuye el Ministerio de Educación de la Nación, para que sea estudiado y discutido “obligatoriamente” en todas las escuelas primarias y secundarias, oficiales y públicas del país. “Es una publicación con una ideología relativista, sexista, apartado de la verdad biológica y ética”, sostuvo.
En declaraciones a AICA, el doctor Ray aseguró que es importante que los padres se preocupen por la educación de los hijos en la casa, pero también que conozcan bien e intervengan activamente en la educación que los hijos reciben en las escuelas y colegios. “Los maestros se alegran cuando los padres concurren a los colegios a colaborar y preguntar y no solo para quejarse por alguna mala nota que tuvo el alumno. Es necesaria una mayor aproximación de los padres con las maestras y profesores, para que la educación sea armoniosa y coincidan las enseñanzas que en ambos lugares reciben los niños”, destacó.
El especialista reclamó a los padres “estar atentos” al cúmulo de propaganda y publicidad que sus hijos reciben a través de los medios de comunicación, en especial en televisión e Internet, al alertar que estos mensajes “influyen mucho en su educación y en su comportamiento”.
“Tienen que estar muy atentos a que esos contenidos coincidan con lo que ellos viven y enseñan en sus hogares, pues demasiadas veces lo que los niños y jóvenes ven y oyen, no coincide con los principios y valores que los padres desean para sus hijos”, subrayó. El doctor Ray explicó que al educar hay que tener en cuenta cinco principios primarios: rezar, ejemplo, tiempo, autoridad y amor, que sintetizó en las siglas RETAA.
Recomendó que “las familias que creen en Dios –y son la enorme mayoría en el país, entre cristianos, judíos y musulmanes– recen todos juntos en familia. A veces no hay mucho tiempo para eso. Por ello lo más acertado es que antes del almuerzo o cena recen todos juntos una corta oración. Los cristianos un Padrenuestro o un Avemaría, los judíos un salmo, los musulmanes un versículo. La mesa familiar debe ser y es parte fundamental de la vida familiar”.
“Una segunda condición es la del ejemplo. Hay que ser coherente entre lo que se enseña, con lo que se aspira que sean los hijos. Hay que dar ejemplo en casa. Los hijos copian la personalidad femenina o masculina de sus papás. La feminidad que ella les transmita y la masculinidad del padre, con las características propias de cada sexo, serán básicas en la formación y en el equilibrio emocional, tanto de las chicas como de los varones, cuando sean grandes”, agregó.
Luego marcó que “hay que dedicar tiempo para hablar y conversar son los hijos. No basta ‘estar’ en casa. Hay que ‘estar y hablar con los chicos’. El padre llega cansado de su trabajo. La madre también está cansada de sus labores en el hogar y muchas veces de otras tareas, domésticas, en fábricas u oficinas. Pero hay que tener tiempo para hablar, conversar, preguntar, escuchar y educar a sus hijos”.
La cuarta condición es autoridad que, indicó, “no hay que confundirla con otra parecida, que es absolutamente opuesta: el autoritarismo, ni confundirla con la demagogia estudiantil, tan de moda. En casa evitar las respuestas: ‘por que sí’, ‘porque yo lo digo’, ‘eso no te interesa’, ‘no preguntes más’, etc. Siempre explicar con paciencia y prudencia. La autoridad debería estar presente también en la escuela”.
“En muchos colegios –indicó– hay tremenda ausencia de lo que significa autoridad y reina la demagogia: ‘esa maestra no es buena y no la queremos’, ‘ese profesor corrige mal’, los alumnos toman las escuelas, deciden si un profesor debe ser nombrado o no, aprueban o no el nombramiento de un director o de un rector, etc. El remediar estas desviaciones educativas demagógicas, no depende de los padres sino de las autoridades, pero ellos deben estar presentes solidarizándose con los buenos maestros y profesores”.
El quinto principio, según Ray, es el amor. “Amor en el sentido de querer al prójimo y de desear su bien. En el sentido de entregarse para que los que nos rodeen se sientan queridos y estimados. En el sentido de dar y entregarse a los demás”. En este sentido, lamentó que “hoy se ha deformado el concepto de lo que es el amor, y se le da un concepto sexológico en el que falta la total entrega, la fidelidad y la trascendencia”, y consideró que esto “es puro egoísmo y búsqueda de placer. El amor es el de papá y mamá que se quieren, se dan y se reciben mutuamente, con felicidad esperan, crían y educan a sus hijos y con esperanza viven en familia”.
Carlos Abel Ray es doctor en Medicina, médico diplomado en Salud Publica y médico legista de la Universidad de Buenos Aires. Es profesor protitular de Medicina Legal de la Universidad Católica Argentina, y fue profesor adjunto y titular de Pediatría de la Universidad de Buenos Aires. Fue también vicedecano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires y médico forense de la Justicia Nacional.
Fuente: Infocatólica.
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