viernes, 3 de junio de 2011

La obligación de cursar el 50% en valenciano exime a zonas castellano parlantes

El modelo plurilingüe permitirá a los escolares examinarse en la lengua que quieran aunque sea diferente a la que han estudiado.
 
03.06.11
 
E. B./C. V. | VALENCIA
 
El nuevo modelo plurilingüe que se implantará a partir de 2012 en su fase inicial impone a todos los centros impartir el 50% de la enseñanza en cada una de las dos dos lenguas cooficiales de la Comunitat y el inglés como asignatura. Pese a ello, los alumnos de las zonas castellano hablantes no estarán obligados a estudiar en lengua valenciana. Es más, pueden incluso quedar eximidos de recibir la materia de Llengua y lliteratura valencianas.
  
Quien les abre esta posibilidad es la Llei d'Us i Ensenyament del Valencià, en la que pivota el borrador del decreto que regula el nuevo sistema. Y esta norma prevé en su artículo 24.1 que los padres que residan en comarcas que la Llei califica como castellano hablantes puedan solicitar para sus hijos la exención de estudiar en valenciano.
  
También pueden quedar excluidos de la enseñanza en valenciano -en este caso en cualquier comarca- los alumnos extranjeros que acrediten una residencia temporal en la Comunitat. «De cualquier forma, en la práctica, estas situaciones se dan en contadísimas ocasiones», explicó ayer Rafael Carbonell, director general de ordenación y centros docentes. En cualquier caso, la petición «debe provenir siempre de las familias, no de los centros, que deberán plantear el modelo plurilingüe inicial con equilibrio para las dos lenguas».
  
El nuevo sistema tenderá -en la medida de las posibilidades organizativas de los centros- a que todos los escolares reciban las primeras enseñanzas en su lengua materna, que determinará la Conselleria en cada centro tras una consulta de carácter orientativo y no vinculante a todos los padres.
  
El modelo contempla también que con independencia de en qué idioma se curse la enseñanza «el alumno tendrá derecho a examinarse en castellano o valenciano».
  
Una década
  
Por su parte, el conseller de Educación estimó ayer que se tardará diez años en generalizar el sistema plurilingüe avanzado -una línea única con materias en castellano y en valenciano y hasta el 33%, en inglés-. Aunque también advirtió que «puede ser más prolongado, porque depende básicamente de la dotación de profesorado con capacidad que tenga cada centro».
  
Los seis años de desarrollo a los que hace referencia el decreto, aclaró Font de Mora, aluden al programa inicial. Así, detalló que este se aplicará en el curso 2012-2013 en el segundo ciclo de Infantil y en toda Primaria; en 2013-2014, en primero y segundo de ESO; para 2014-2015, se deja tercero y cuarto de ESO; en 2015-2016 llegará a primero de Bachillerato y en 2016-2017 a segundo.
  
Por tanto la incorporación del inglés irá «más lenta y no será regular porque habrá centros que lo harán más rápidamente, por disponer de más profesores, por voluntad propia o interés» y otros que lo harán después. Insistió de nuevo en que la formación del profesorado es esencial y recordó que se duplicarán los cursos para que en cuatro años 20.000 profesores tengan competencia en inglés, además de pedir al Ministerio de Educación que aumente «de una manera clara y definida» la exigencia del inglés para el conjunto del sistema. «Nos costará, pero si no comenzamos no acabaremos», reconoció.
  
Movilizaciones
  
Algunos sindicatos docentes, partidos políticos y varias entidades educativas mostraron ayer su apoyo al manifiesto de Escola Valenciana «a favor de la enseñanza en valenciano y de un modelo plurilingüe de consenso hecho con criterios pedagógicos».
  
Además pidieron la retirada «inmediata» del borrador de decreto de la Conselleria y para hacer presión acordaron una serie de movilizaciones. El acto central será el 9 de junio, día de constitución de Les Corts Valencianes. A las siete de la tarde habrá concentraciones en la plaza de la Virgen de Valencia, la Casa dels Caragols de Castellón y los Servicios Territoriales de Educación de Alicante.
  
La intención es que las protestas se prolonguen hasta la retirada del decreto, de forma que el movimiento se alargue «hasta el próximo curso lectivo si es necesario».
 

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