Línea editorial COPE: (17-06-2011).
España está atravesando la peor crisis económica e institucional desde la instauración de la democracia. Pese a ello, el Presidente del Gobierno sigue impertérrito. No le preocupa la crisis del Constitucional ni la deriva radical del movimiento del 15-M, como tampoco parece preocuparle el descalabro sufrido por su partido. A Zapatero lo único que le preocupa es coronar la revolución antropológica que inició al día siguiente de ganar las elecciones.
Todo comenzó por la alteración radical de la institución matrimonial, siguió por la implantación de una sectaria Educación para la Ciudadanía, la aprobación del divorcio exprés y la legalización del aborto. Ha provocado con ello una profunda división en la sociedad española y ha debilitado su cohesión moral. Ahora pretende culminar su obra de revolución cultural con las leyes de muerte digna y de igualdad de trato.
Desde su mesianismo ideológico, un Presidente amortizado quiere pasar a la historia como el líder que ha cambiado las bases de nuestra convivencia según los parámetros del 68. En lugar de sumar esfuerzos para responder a la crisis, Zapatero sigue con su ingeniaría social.
Sería un drama añadido que ya en el tiempo de descuento, mientras marea la perdiz incapaz de responder a la crisis, este gobernante nos dejase en herencia estas dos nuevas leyes. La sociedad tiene que oponerse, y grupos como CiU, el PNV y Coalición Canaria deben sopesar cuidadosamente la responsabilidad de apoyarlas.
Fuente: COPE.
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