miércoles, 7 de diciembre de 2011

La buena educación

Por Teresa García-Noblejas.
  
El domingo pasado, el suplemento XL Semanal que acompaña a los periódicos del grupo Vocento incluía un extenso reportaje en el que expertos de diferentes países punteros en educación desvelaban las claves del éxito de sus respectivos sistemas y metodologías. Como me ha parecido muy interesante, hago una síntesis de los casos de Finlandia, Suecia, Singapur y Estados Unidos.  
  
Finlandia
  • Los profesores están muy bien remunerados, tienen prestigio. Se necesita una carrera (la nota de corte es 9) y un master muy exigente que solo admite a uno de cada diez candidatos. El entrenamiento no cesa durante toda su vida profesional.
  • La lectura es clave; se trabaja la comprensión del lenguaje y la enseñanza de otras lenguas.
  • Pocos deberes pero bien hechos. La honradez y el trabajo se aprenden en casa y se continúan en la escuela; los padres son nuestros aliados. 

Suecia
  • El cheque escolar se introdujo en los años 90. El Estado entrega a los padres una cantidad de dinero por cada hijo en edad escolar, que sirve para abonar los gastos del colegio donde elijan matricularlo, sea público o privado. Fue una medida muy controvertida. Pero hoy se considera un derecho de las familias y la apoya tanto la izquierda como la derecha.
  • El currículo es nacional; solo establece objetivos generales; no dice cómo alcanzarlos, así que los colegios tienen mucha autonomía.
  • Los padres también pueden asociarse en cooperativas y crear sus propias escuelas. 

Singapur
  • A la universidad, solo los mejores. Garantizamos la igualdad de oportunidades, pero premiamos la excelencia. Pero no queremos que todos vayan a la universidad, solo los mejores. Se lo tienen que ganar.
  • Apuesta por los institutos politécnicos. Hemos potenciado los institutos politécnicos. Están muy bien equipados. Es una formación profesional de tres años muy solvente, basada en la investigación.
  • Un político jamás se atrevería a criticar a un profesor. Se los venera. Trabajan duro: de siete de la mañana a cinco de la tarde. Pero tienen sueldo de ingenieros y son de lo mejorcito. Reciben un curso anual de cien horas para ponerse al día. Se los evalúa cada año. Si no aprueban con nota, no hay subida salarial. Si suspenden, a la calle.

Estados Unidos
  • Formación del carácter. Es más importante que el cociente intelectual o la transmisión de conocimientos porque son habilidades que ayudan a aprender nuevas habilidades.
  • No obsesionarse con las notas. Las notas no son tan importantes. Si solo nos fijamos en ellas, estamos ignorando otras características para el éxito en la vida. La motivación crea sinergias. Un niño motivado aprende más, y un niño que aprende más se vuelve más motivado. Motivar es más importante que transmitir conocimientos. Y no está reñido con la disciplina.
  • La educación de los padres es determinante. La familia es más importante que la escuela. Y la estructura familiar está hoy amenazada. Aumenta el número de niños que crece en entornos poco estimulantes, lo que creará desigualdad ahora y en generaciones futuras. El grado de pobreza de un niño se mide por la renta familiar, pero también por el nivel de educación de los padres y la atención que le prestan a sus hijos.
La síntesis es libertad educativa, exigencia y calidad del profesorado. Otro día hablaremos de los problemas de la educación española.
   

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