El instituto anuncia que los alumnos estudiarán con apuntes de los profesores y que no tendrán actividades extraescolares.
Concentración, ayer de los profesores del IES Tirant lo Blanc de Gandía / LP |
21.01.12 - Z. SANZ | GANDÍA.
Sin libros de texto y sin actividades extraescolares para
reducir costes y no asfixiar más las economías del centro y de las
familias. Así se quedarán los estudiantes del instituto de educación
secundaria de Gandia Ausiàs March el próximo curso.
Los impagos de la Conselleria d'Educació han empujado al
centro a tomar medidas drásticas con el fin de poder subsistir. La
asamblea del profesorado se reunió ayer para valorar la situación
actual en materia educativa y determinar acciones ante el plan de
recortes de la Generalitat, el cual está afectando «a la calidad de la
enseñanza».
Por este motivo, con la finalidad de paliar la situación
de crisis que viven las familias, se ha decidido para el curso que viene
no utilizar libros de texto y sustituirlos por material elaborado por
el profesorado. Tampoco se realizarán actividades extraescolares «a
causa del coste económico que suponen para las familias y el
instituto», subrayaron.
Otro centro que también se queda sin extraescolares es el
colegio público Roís de Corella. Y es que esta es una medida que han
propuesto los centros educativos públicos de Gandía.
Los maestros del Ausiàs March han acordado participar en
las movilizaciones convocadas en defensa de una escuela pública y de
calidad, «por la dignidad del profesorado y en contra de los recortes
del estado de bienestar, haciendo una llamada masiva a la participación
en la manifestación de Valencia de hoy».
El calendario de acciones de protesta marca que todos los
lunes se celebrarán «los lunes de duelo por la educación», al igual que
están realizando otros centros como el Verge de la Font de Oliva y el
instituto de educación secundaria Tirant lo Blanc de Gandía. En el
Ausiàs March se colgarán carteles reivindicativos. Por otro lado, el
colegio de Las Esclavas de Benirredrà, también colocó un cartel de
protesta a la entrada del centro.
Fuente: Las Provincias.
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