La secundaria española relega o imparte mal asignaturas clave: Latín, Música, Economía, Ciencias e Inglés.
JOSÉ GRAU / MADRID
Día 30/01/2012
Hay
al menos cuatro asignaturas donde es clamorosa la deficiencia del
sistema educativo español en secundaria. Empecemos por las lenguas
clásicas, el Latín y el Griego. Señala Jesús de la Villa Polo,
catedrático de Griego de la Universidad Autónoma de Madrid, y
vicepresidente de la Sociedad Española de Estudios Clásicos (SEEC):
«Nosotros hablamos latín, una forma de latín, no nos engañemos. Para los
que estudien español, o sea, para todos nosotros, el conocimiento del
latín es simplemente algo que nos permite avanzar incomparablemente más
allá de lo que se está haciendo ahora mismo». Pero la enseñanza de una lengua va ligada al estudio de su literatura y cultura.
«No cabe una sociedad culta si no se tiene un conocimiento aunque sea
básico de sus raíces. No se puede leer ningún autor, no ya del
Renacimiento o del Barroco, sino del siglo XVIII, casi del siglo XIX,
sin tener en cuenta estas raíces», que son raíces grecolatinas. Además,
«el vocabulario español es en un 95 % latín».
En
la práctica, sin embargo, las asignaturas de Latín y Griego están cada
vez más marginadas. «Para empezar pedimos —añade De la Villa— el mantenimiento de Cultura Clásica, que es una asignatura optativa en tercero de la ESO.
Pedimos que sea para todos los alumnos, y si no, por lo menos, en una
opción real, es decir, que pueda elegirla de verdad un número suficiente
de alumnos. Porque ahora se la pone en opcionalidad junto a cosas con
las que no tiene que competir, como el Francés». La otra reivindicación:
«Que hubiera un tercer año de bachillerato, y que se ofertara de verdad
el bachillerato humanístico, con tres años de Latín y dos de Griego,
porque aunque nominalmente existe, realmente en muchos centros ni
siquiera se ofrece».
Jaime
Siles Ruiz, presidente de la SEEC, en una carta abierta a los
políticos, escribe: «Las grandes transformaciones que dieron lugar al
logro de la enseñanza gratuita hasta los 16 años se hicieron y siguen
haciéndose a costa de continuos cambios que se han traducido, entre
otras cosas, en una pérdida de espacio para materias fundamentales...,
entre las que se encuentra el Latín y el Griego».
Pero
no solo lenguas clásicas. Pregunten a un alumno de secundaria lo que es
una hipoteca, el TAE, un bono del Estado, el interés, un dividendo, un
pagaré o cómo funciona la Bolsa, leer un balance o los fundamentos de la
contabilidad. Probablemente serán muy pocos los que sepan algo, y no
porque se lo hayan enseñado en el colegio. Carlos Trías Pintó, director
de la Asociación General de Consumidores (Asgeco), denuncia el «analfabetismo financiero» en España.
Habría que introducir una asignatura que fuera educación financiera,
obligatoria dentro del sistema español, dice. Hay un programa piloto del
Banco de España, la Comisión Nacional de Mercado de Valores y el
Ministerio de Educación para tratar de tapar este hueco en la enseñanza,
introduciendo contenidos económicos en cuarto de la ESO.
«En
nuestra opinión, este planteamiento es muy poco ambicioso, ya que
debería estar presente a lo largo de todo el currículo educativo. Más en
concreto, hemos identificado, a partir de 4º de primaria, una serie de
asignaturas en las que se podría trabajar la educación financiera: Atención Educativa, Tecnología, Iniciativa emprendedora, etc.
«Somos muy críticos con el Banco de España y la Comisión de Valores, ya
que una vez lanzado un ambicioso programa de educación financiera (ver
la «web» finanzasparatodos.es), apenas lo han dotado de recursos, por lo
que su implantación es mínima». En 2012 el informe PISA evaluará por
primera vez las competencias financieras de los estudiantes de 15 años
en 19 países.
El inglés no se enseña bien
Respecto
del inglés, una voz tan autorizada como la de Richard Vaughan es dura
en su veredicto: «No se enseña bien ni en primaria, ni en secundaria ni
en las universidades. En la mayoría de los colegios en España el inglés
se sigue enseñando como si fuera una lengua muerta. Los profesores no
hablan inglés en clase y presentan las estructuras gramaticales como una
serie de ecuaciones o fórmulas matemáticas que los chavales deben
memorizar para reproducir en el examen. El resultado más normal es que
estos chavales cojan manía a mi idioma y lo rechacen psicológicamente».
Pero más drástica es la solución: «Hacer algo realmente eficaz implicaría el despido del 70% de los profesores de Inglés de
este país, o más. No es una solución realista. Una segunda alternativa
sería añadir al aula un auxiliar de conversación nativo. Esto ya se hace
en muchos colegios bilingües públicos, pero solamente durante ciertas
horas cada semana. Lo importante es que los chavales oigan la voz nativa
durante muchas horas. Desde preescolar hasta la universidad inclusive,
el sistema público tiene a los estudiantes durante 20 años. Es difícil
de creer que no puedan, en 20 años, dotarles de una mínima habilidad
práctica. Sin embargo, es así, por lo que la cosa clama al cielo»,
concluye. Así pues, según Vaughan, hay «una solución fácil pero
probablemente imposible en términos políticos».
Con suerte, coros
La
Música es otra de las asignaturas importantes relegadas y mal
impartidas en secundaria. Es altamente improbable que se acabe el
bachiller con la capacidad para leer una partitura, y menos aún de que
se aprenda a tocar un instrumento. Con suerte se «hacen coros» y
«división de voces», afirma M., un virtuoso de la guitarra que ahora
cursa estudios superiores. Desde el Real Conservatorio de Música de
Madrid, un profesor que prefiere quedar en el anonimato destaca que la
enseñanza secundaria «casi nunca ofrece una instrucción musical de
verdad».
Suspenso en Ciencias
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