Mientras esperamos la prometida derogación de esta Educación para la Ciudadanía,
que pretende sin rodeos imponer en los escolares los principios
ideológicos –tan lícitos como discutibles– del feminismo radical del que
Zapatero se declaró abanderado, prosiguen las manifestaciones que
avalan esta exigencia de los padres contrarios al adoctrinamiento
escolar.
Y contrarios a la mentira. Porque se puede tratar de imponer una
determinada ideología, pero no mediante su ocultación sistemática
aduciendo que se trata de conocimientos sobre Derechos Humanos y Constitución Española. Sí: eso es lo que debiera haber sido y es en el resto de países europeos, pero no en España.
La Educación para la Ciudadanía española es la mona vestida de seda
que han pretendido vendernos los ideólogos del feminismo radical.
Prueba de ello, además de un somero recorrido por los objetivos,
contenidos y criterios de evaluación de la asignatura, son las
manifestaciones periódicas que los diversos grupos afines a esta
ideología hacen en su defensa, afirmando sin tapujos que se trata de una herramienta para introducir en la sociedad sus reivindicaciones.
Hace unos días se trataba, una vez más, del colectivo LGTB. Hoy lo hace en El País Inmaculada Montalbán, Presidenta del Observatorio contra la Violencia de Género.
Como he señalado a raíz de las palabras de Ana Mato
condenando un asesinato calificado como ‘Violencia Doméstica’
(calificación que ha irritado a las devotas del la Ideología de Género
que pretenden imponer la denominación de ‘Violencia Machista’ a este
tipo de agresiones), la categoría de Violencia Machista
es parte del ideario de Género que se basa en una relación de
dominación del hombre sobre la mujer dando lugar a una inevitable ’lucha
de los sexos’ heredera de la dialéctica marxista.
Más allá de los presupuestos y de la innegable extensión de la Ideología de Género en todos los ámbitos, las declaraciones de Inmaculada Montalbán
ponen de manifiesto la explícita utilización de las asignaturas de
Educación para la Ciudadanía como herramienta para inocular entre los
estudiantes esta ideología. Se puede decir más alto, pero no más claro:
La Ley Integral de 2004 creó Educación para la Ciudadanía, una asignatura que ha tenido un desarrollo desafortunado, porque no ha sabido imponer su criterio homogéneo en todas las comunidades y, obviamente, no ha sido el instrumento que esperábamos que fuera de educación en igualdad. O, por ejemplo, la Ley Integral preveía que en los colegios e institutos hubiera agentes de igualdad que enseñaran y actuaran cuando los jóvenes inician comportamientos machistas… Y no conozco muchos que los tengan. Hay que darle contenido a esa asignatura explicando que la violencia contra la mujer tiene causas estructurales y así lo dicen los documentos internacionales…
El País , 8 de enero de 2011
Sea mediante agentes de igualdad o policía del pensamiento,
lo que resulta indiscutible es la apropiación que determinadas
ideologías hacen de esta asignatura para imponer su pensamiento. Por eso
viola la neutralidad ideológica de los centros. Por eso atenta contra
el derecho y el deber de los padres a educar a sus hijos según sus
convicciones y creencias (Art. 27.3 de la Constitución). Por eso es un
atentado contra las libertades y una incursión del Estado en el ámbito
familiar. Por eso el Partido Popular debe –tal como ha prometido– derogarla cuanto antes.
Fuente: Diario de un Padre Objetor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Se agradecen los comentarios