lunes, 9 de enero de 2012

Educación para la Ciudadanía, instrumento de la Ideología de Género

Mientras esperamos la prometida derogación de esta Educación para la Ciudadanía, que pretende sin rodeos imponer en los escolares los principios ideológicos –tan lícitos como discutibles– del feminismo radical del que Zapatero se declaró abanderado, prosiguen las manifestaciones que avalan esta exigencia de los padres contrarios al adoctrinamiento escolar.
   
Y contrarios a la mentira. Porque se puede tratar de imponer una determinada ideología, pero no mediante su ocultación sistemática aduciendo que se trata de conocimientos sobre Derechos Humanos y Constitución Española. Sí: eso es lo que debiera haber sido y es en el resto de países europeos, pero no en España.  

La Educación para la Ciudadanía española es la mona vestida de seda que han pretendido vendernos los ideólogos del feminismo radical. Prueba de ello, además de un somero recorrido por los objetivos, contenidos y criterios de evaluación de la asignatura, son las manifestaciones periódicas que los diversos grupos afines a esta ideología hacen en su defensa, afirmando sin tapujos que se trata de una herramienta para introducir en la sociedad sus reivindicaciones.  

Hace unos días se trataba, una vez más, del colectivo LGTB. Hoy lo hace en El País Inmaculada Montalbán, Presidenta del Observatorio contra la Violencia de Género.
 
Como he señalado a raíz de las palabras de Ana Mato condenando un asesinato calificado como ‘Violencia Doméstica’ (calificación que ha irritado a las devotas del la Ideología de Género que pretenden imponer la denominación de ‘Violencia Machista’ a este tipo de agresiones), la categoría de Violencia Machista es parte del ideario de Género que se basa en una relación de dominación del hombre sobre la mujer dando lugar a una inevitable ’lucha de los sexos’ heredera de la dialéctica marxista.  

Más allá de los presupuestos y de la innegable extensión de la Ideología de Género en todos los ámbitos, las declaraciones de Inmaculada Montalbán ponen de manifiesto la explícita utilización de las asignaturas de Educación para la Ciudadanía como herramienta para inocular entre los estudiantes esta ideología. Se puede decir más alto, pero no más claro:
La Ley Integral de 2004 creó Educación para la Ciudadanía, una asignatura que ha tenido un desarrollo desafortunado, porque no ha sabido imponer su criterio homogéneo en todas las comunidades y, obviamente, no ha sido el instrumento que esperábamos que fuera de educación en igualdad. O, por ejemplo, la Ley Integral preveía que en los colegios e institutos hubiera agentes de igualdad que enseñaran y actuaran cuando los jóvenes inician comportamientos machistas… Y no conozco muchos que los tengan. Hay que darle contenido a esa asignatura explicando que la violencia contra la mujer tiene causas estructurales y así lo dicen los documentos internacionales…
El País , 8 de enero de 2011
Sea mediante agentes de igualdad o policía del pensamiento, lo que resulta indiscutible es la apropiación que determinadas ideologías hacen de esta asignatura para imponer su pensamiento. Por eso viola la neutralidad ideológica de los centros. Por eso atenta contra el derecho y el deber de los padres a educar a sus hijos según sus convicciones y creencias (Art. 27.3 de la Constitución). Por eso es un atentado contra las libertades y una incursión del Estado en el ámbito familiar. Por eso el Partido Popular debe –tal como ha prometido– derogarla cuanto antes.
  

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