Propone cinco puntos básicos al Ministerio que lidera José Ignacio Wert, ante la urgente y necesaria reforma educativa.
REDACCIÓN HO / LA GACETA.- “Soy
muy consciente de que donde España de verdad se la juega en los
próximos 20 años es en su educación. Creo que tengo conciencia del reto y
de la importancia del mismo”. Estas palabras, pronunciadas por el
sociólogo José Ignacio Wert cuando tomó posesión de su cargo como ministro de Educación, Cultura y Deportes, ofrecen en bandeja a los expertos la posibilidad de aportar propuestas.
En esta línea, el último número de la revista Cuadernos de Información Económica de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas), plantea
algunos de los deberes para la nueva legislatura. Uno de los capítulos,
dedicados a la educación desgrana las propuestas de los analistas Víctor Pérez-Díaz y Juan Carlos Rodríguez para
un cambio escolar en las etapas obligatorias. No hay razón para
conformarse con un abandono educativo temprano de un tercio de nuestros
jóvenes ni con mediocres resultados en PISA y la solución pasa por
“reformas orientadas a estimular la autonomía y la responsabilidad de
los centros escolares y de sus profesionales”, apunta Rodríguez a La Gaceta. Se necesitan “maestros mejor preparados, más vocacionales y más dedicados”, añade. Estas son algunas de las propuestas:
1. Rendir cuentas. Para
los alumnos habría que instaurar algún tipo de examen de fin de nivel,
probablemente al término de la enseñanza obligatoria, con consecuencias
en los estudios que podrían proseguirse después. Por lo que respecta a
los profesores, “se echan en falta mecanismos sensatos de supervisión y
evaluación con algún tipo de consecuencias”.
2. Autonomía y responsabilidad. La
intervención de las autoridades es excesiva, por lo que deberían contar
con una mayor autonomía que permitiera diseñar sus plantillas, los
cursos que ofrecen, los horarios. Pero el refuerzo de la autonomía ha de
ir necesariamente unido a la mejora efectiva de la rendición de
cuentas.
3. Cheque escolar. La
financiación debería adoptar la forma de un cheque escolar y “equiparar
la financiación pública por alumno concertado y público”. De este modo,
ya no tendrían sentido las cantidades adicionales que aportan las
familias en los concertados” y permitiría reducir los niveles de
“segregación social entre ambos tipos de centros”.
4. Modelo finlandés. Para
resolver los problemas de los alumnos con más dificultades, se debería
“confiar mucho menos en la repetición” y más en la detección temprana de
los problemas para aplicar los medios cuanto antes, “emulando en este
sentido el modelo finlandés”.
5. Inglés. Además
de mejorar notablemente la formación de los maestros, habría que
combinar la enseñanza de asignaturas en castellano con otras en inglés.
En
resumen, “hay que hacer algo para evitar que casi un 30% de los
adolescentes vean truncadas sus carreras educativas al finalizar la
enseñanza obligatoria, algo que nos aleja de la UE, afirma Rodríguez. A
corto plazo, dice, “los recursos económicos (y humanos) no crecerán o
incluso se reducirán, pero las propuestas de Rajoy suenan bien. Habrá
que ver en qué quedan”.
Fuente: HazteOir.org.
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