viernes, 4 de febrero de 2011

Ellos desmontan los tópicos

Colegio Tajamar: educación diferenciada, concertada y de calidad, en un barrio humilde.

La ley de Igualdad de trato, que proyecta el Gobierno, vuelve a esgrimir el tópico izquierdista de que la educación separada discrimina; tópico al que se suma el estereotipo de una enseñanza elitista, sólo al alcance de los ricos. Sin embargo, los promotores de este modelo se empeñan en hacerlo accesible a todos: el colegio concertado Tajamar, en el barrio madrileño de Vallecas, cosecha excelentes resultados académicos y ofrece a familias de baja renta un colegio de alto nivel, para niños.

¿Tajamar? Aquí lo conoce todo el mundo. El que no ha ido a él, ha llevado a sus críos o sabe que han ido los de la vecina. Es buen colegio, de curas, pero bueno... Lo dice Amadeo, un vecino del madrileño barrio de Vallecas, jubilado, ateo y que dice «haberse ganado la pensión trabajando toalavía en lo que saliese, que aquí no se podía elegir mucho». Y lo dice, precisamente, sobre uno de los centros españoles que permite a todos, sobre todo a las familias con rentas más bajas, elegir un modelo educativo sinónimo de éxito: la enseñanza diferenciada por sexos.
 
Nacido para los más humildes
 
El colegio Tajamar nació en 1958, cuando aquella zona de Vallecas era un barrizal salpicado de chabolas y con 10.000 niños sin escolarizar. Sus fundadores, de la mano del hoy san Josemaría Escrivá, levantaron unas instalaciones que ya quisieran para sí muchos colegios privados de alto nivel. 53 años después, más de 15.000 alumnos, todos varones, han pasado por las aulas de este centro del Opus Dei, para recibir formación de alta calidad, desde Educación Infantil hasta Bachillerato y Formación Profesional. Por cierto que la FP del Tajamar es un referente en toda España. 

Su director, don Alfonso Aguiló, explica que «los datos muestran que la educación diferenciada tiene mejores resultados académicos que la mixta: los resultados medios son más altos y hay menos fracaso escolar. Es algo contrastado en todo el mundo, en centros públicos o no, católicos o no, en barrios ricos o pobres, de izquierdas o de derechas».
 
Un aval internacional
 
En efecto, no faltan ejemplos: en Reino Unido, donde hay 1.092 escuelas diferenciadas (frente a las 70 de España), el General Certificate of Secundary Schools señala que 81 de las 100 escuelas con mejores resultados son de educación separada, reciban o no fondos públicos; y de las 10 mejores, sólo una es de educación mixta. En Canadá, un informe del Frazer Institut sobre las escuelas de Ontario confirma que 10 de los 16 centros con mejores calificaciones son de educación separada. Y, en Estados Unidos, el Ministerio de Educación ha elaborado numerosos informes que avalan las excelencias educativas de este modelo.

Además, no sólo no fomenta estereotipos sexistas, sino lo contrario: «Mientras lo común en los mixtos es que las chicas se decanten por las Letras y los chicos por las Ciencias, en los de educación separada aumenta el número de chicas que hacen Ciencias y chicos que hacen Letras, y con mejores resultados. Un chico que quiere hacer Letras en Tajamar no ve condicionada su elección porque sea cosa de chicas», dice Aguiló.
 
Lucha contra la exclusión social
 
Inconvencibles ante la evidencia, sus detractores aducen que esta enseñanza es elitista. Y Aguiló responde: «El perfil del alumno del Tajamar es el de los vecinos de la zona: padres con bajo nivel educativo y bajo nivel de renta, que, por desgracia, en otros centros son carne de fracaso escolar y conflicto social. Por eso, la gente de aquí agradece que tengan igualdad de oportunidades para elegir un modelo que, si no fuese concertado, sólo estaría al alcance de los ricos». De los 21 distritos de Madrid, Puente de Vallecas es el que tiene la renta per cápita más baja, lo que hace del Tajamar un centro similar a las City Academies de Estados Unidos, escuelas de educación diferenciada financiadas con fondos públicos, situadas en barrios muy deprimidos, que logran excelentes resultados académicos y consiguen que la comunidad salga de la exclusión.
 
Los expertos son los alumnos
 
El último cliché es que este modelo dificulta la socialización. Pero «lo que más des-socializa -explica Aguiló- es el fracaso escolar y el paro juvenil, que en estos centros está por debajo de la media. Los alumnos se centran en lo académico y se evita la competitividad entre sexos», producida por el diferente rendimiento escolar entre chicos y chicas, que, con la misma edad, tienen distinto desarrollo físico y mental. Así lo explican los alumnos: «Yo he estudiado en colegios mixtos y ahora me distraigo menos que con chicas en clase. Hombre, si hubiese, mejor..., es lo que tiene que te gusten», dice Adrián, de 15 años. «Y cuando estamos con ellas, no tenemos problemas para hablar o cosas así», añaden Alejandro y Álvaro, de 14.

La conclusión a la que llega Aguiló es que «la mayoría de centros concertados de educación diferenciada están en entornos de renta baja, y tienen resultados académicos mejores que la media. O sea, que los argumentos contra esta enseñanza no son pedagógicos, sino ideológicos. Así que, si no hay pluralidad en la financiación, sólo los ricos tendrán libertad para elegir diferentes modelos educativos».

  
José Antonio Méndez.
 
Fuente: Alfa y Omega.

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