Castro cree que el cheque fomenta la calidad, ya que los centros que no sean atractivos para los padres irían desapareciendo al no recibir financiación, y sólo quedarían los mejores.
Por Adrián Arcos.
Desde la plataforma ChequeEscolar.org llevan varios años intentando sensibilizar a los padres y presentando su proyecto a las administraciones, con algunos pequeños éxitos. Su portavoz, José Castro, defiende un nuevo sistema de financiación de la enseñanza en el que sean los padres los que decidan el centro donde deben ir los fondos públicos, en función de su preferencia.
¿Cubriría el cheque el 100% del gasto?
Nuestra propuesta se basa en determinar cuál es el coste medio de un colegio público, y que ese dinero cada padre lo pueda utilizar para elegir el centro que sea de su preferencia. En algunos casos serviría para financiar el 100% de la plaza, y en otros quizá el padre debería aportar unos fondos extra. Pero creemos que éste es el sistema que iguala más a las familias, en la medida que cualquier padre, con independencia de su nivel de renta, ve ampliada su capacidad de elección.
Muchas veces se critica que el cheque escolar es un sistema que beneficia más a los ricos.
Realmente ocurre todo lo contrario. ¿Quién es el que hoy en día en España puede elegir un centro? Pues aquél que tiene una renta a su disposición que no le importa pagar mucho o poco. En cambio, los padres que están en el paro, o los que tienen un salario mínimo, o los de rentas medias –que son la gran parte de la población española– son los que se ven sometidos a unos criterios que establecen las administraciones públicas y ahí no les queda otra que elegir el más cercano, o entrar en la picaresca de elección con cambios de domicilio o de trabajo. En cambio, con el cheque escolar calculamos que aproximadamente el 80% de los centros en España se podrían elegir, y el resto quizá el padre tendría que aportar una cantidad adicional.
¿Qué beneficios tiene para el sistema educativo?
En primer lugar, el beneficio para los padres es evidente. En segundo lugar, el cheque beneficiaría a los propios centros, ya que les garantizaría que mientras hagan una oferta atractiva a los padres recibirían suficiente financiación como para poder mantenerse. También beneficiaría a la propia calidad del sistema, porque lógicamente los padres siempre van a elegir los mejores colegios, y creemos que es bueno que exista una sana competencia y que aquellos centros que por cualquier razón no sean suficientemente atractivos para los padres fueran desapareciendo al no recibir financiación. También favorecería a pequeñas cooperativas de padres o profesores, porque ellos mismos podrían proponer sus proyectos educativos y, siempre que cuenten con la demanda de los padres, tendrían asegurada la financiación.
Pero habría centros en los que la demanda superara la propia oferta
A corto plazo evidentemente este sería un problema. Pero a medio plazo se solucionaría, ya que se irían creando centros conforme a la demanda de los padres, y aquellos que no sean solicitados tratarán de cambiar. Pero nosotros también somos partidarios de flexibilizar los criterios de admisión. Por ejemplo, con respecto al número de alumnos por aula, quizá un padre prefiere que su hijo esté en una clase un poco más poblada pero que sí vaya al centro que ha elegido por el criterio que él considere oportuno.
Supongo que algunos centros públicos tendrían que cerrar porque no tuvieran demanda. ¿Qué pasaría con todo el funcionariado que trabaja en esos centros?
Actualmente también puede suceder. Por ejemplo, en Madrid hay barrios en los que tradicionalmente había mucha población joven y actualmente hay poca. Lo que hay que entender es que este sistema de la noche a la mañana no va a cambiar el mapa de los colegios de tal forma que no dé tiempo a adaptarse a esa nueva demanda. Además, si a los centros públicos se les da mucha autonomía para hacer proyectos que demanden los padres, no pensamos que vaya a haber una desbandada de los colegios estatales a los de iniciativa social. Pero en el caso de que se produjera, sería una consecuencia de la libertad de los padres, y si se crean nuevos centros de iniciativa social, lógicamente necesitarán profesores, por lo que se produciría un trasvase de unos a otros.
¿No cree que esto sería demasiado engorroso para las Administraciones?
Yo creo que la gran objeción a este sistema es que, por desgracia, a todos los partidos políticos, sobre todo a aquéllos más intervencionistas, les interesa tener en sus manos la Educación, porque tienen a la vez el futuro de nuestra sociedad. Harán falta soluciones imaginativas y nuevas si no queremos quedarnos como estamos y continuar obteniendo los mismos resultados en PISA.
Pero ningún partido político, de cualquier color, lo ha llevado a cabo.
En los años 80, cuando gobernaba la UCD, el ministro José Manuel Otero Novas sí llevó al Parlamento español una ley de cheque escolar. Pero eran momentos muy convulsos y Otero Novas dejó de ser ministro justo antes de votarse esa ley. Después hubo durante muchos años dirigentes que eran contrarios a la libertad en la Educación. Cuando llegó otro partido al Gobierno, que parecía que podría ser más partidario de la libertad, tardó mucho tiempo en hacer una reforma educativa, como la LOCE, pero fue derogada poco después.
¿Pero contemplaba el cheque escolar la LOCE?
No lo contemplaba. Pero al menos recogía algunas medidas muy tibias en cuanto a la libertad.
Llama la atención que la Concertada se posicione en contra de este sistema.
Estos centros muchas veces han mostrado su disconformidad porque el concierto no es suficiente, pero es un modus operandi que a unos y a otros les cuesta cambiar, porque no ponen el acento en la libertad de los padres, sino más bien en la financiación de los centros. Es un error, porque los colegios deben ser financiados no porque haya un acuerdo entre el titular del centro y el poder público sino porque los padres lo demanden.
Supongo que habrá padres que estén en contra de este sistema porque quieran que su hijo sólo se relacione con niños de una determinada clase social.
Yo creo que es un buen elemento de este sistema, y aunque haya padres que puedan oponerse por esto, no me parece una objeción razonable. De todas formas, aquellos centros que tengan unos precios desorbitados por alguna razón estarán también fuera del alcance de un padre de renta media.
¿Ha tenido su proyecto alguna repercusión en las administraciones públicas?
En la Comunidad de Madrid, algunos miembros del Gobierno se han mostrado más partidarios de la libertad de elección. Es cierto que no han implantado el sistema de cheque, pero sí que han aumentado las deducciones fiscales para aquellos padres que no eligen un centro financiado con fondos públicos, y por tanto tienen que pagar la Educación dos veces, una mediante sus impuestos, y otra con el dinero que les queda. También en las últimas elecciones en Cataluña CiU y PP lo llevaron en sus programas. CiU únicamente en la etapa de Infantil, pero ya son algunos pasos. Y recientemente el PP de Navarra lo ha incluido en el adelanto que ha publicado de su programa electoral.
LAS IDEAS
Los centros
“La única preocupación de los colegios sería ofrecer un buen modelo educativo. Ya no tendrían que preocuparse de si caen mejor o peor a la Administración pública o al gobierno de turno, ya que en la medida en que den un buen servicio, contarán con la demanda de los padres, y por tanto tendrán la financiación asegurada”.
Los profesores
“Los profesores podrían ejercer sus propios principios pedagógicos, como ocurre en Finlandia, donde tienen gran capacidad de libertad. Y una vez más, aquellos que demuestren que mediante sus sistemas enseñan a los alumnos, los motivan y sacan buenos resultados al final serían los que fuesen demandados por los padres”.
Más calidad
“Es un sistema que favorecería la calidad, ya que sólo podrían subsistir los mejores centros, aquellos que obtienen mejores resultados”.
Más autonomía
“El Gobierno, como garante del bien de la sociedad, debe establecer los objetivos que tiene que alcanzar la Educación. La forma de llegar a esos objetivos es mejor que la establezca cada centro y que los padres elijan los que consideran mejores”.
Titularidad
“El sistema es totalmente neutro en cuanto a la titularidad de los centros. No distingue entre centros de titularidad estatal o de titularidad social”.
Fuente: Magisnet (accesible sólo para suscriptores).
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