miércoles, 9 de febrero de 2011

Una conocida columnista británica, amenazada de muerte por rechazar el adoctrinamiento sexual

Osó cuestionar en un artículo la inclusión de la agenda homosexual en el currículum de las escuelas del país.
 
REDACCIÓN HO / LifeSiteNews.com.- La conocida articulista del Reino Unido Melanie Phillips,  ha revelado esta semana que recibe amenazas de muerte después de haber criticado en una columna de opinión la intención de incluir materiales homosexuales en todas las materias del currículo educativo de las escuelas británicas .
 
En dicho artículo, publicado el pasado 24 de enero en el Daily Mail bajo el título Britain’s New McCarthyites [Nuevo McCarthismo en Gran Bretaña], Phillips consideraba que los planes para insertar referencias a las relaciones homosexuales en todo el currículo de las escuelas no constituía otra cosa más que “una maniobra respaldada por el gobierno para promover la agenda homosexual”.
 
Además, Phillips se refería a los numerosos casos de ataques al cristianismo o a quienes simplemente cuestionan o no comparten las prácticas y dogmas homosexuales, llegando incluso a los tribunales: “Lo que antes era un intento de poner fin a las actitudes desagradables hacia una pequeña minoría sexual se ha convertido en una especie de intolerancia a la inversa”, escribía. “Expresar lo que solía ser la norma moral de la civilización occidental es ahora no sólo socialmente inaceptable, sino que inclusive convierte a las personas honradas en transgresoras de la ley”, añadía.
 
Amenazas de muerte y cadena de insultos
 
En su columna de esta semana, el Daily Mail Phillips afirma que la reacción a su columna ha superado lo imaginable, y así denuncia que en la última semana “me he visto sometida a un flujo extraordinariamente viciado de odio y de incitación a la violencia”, a través de mensajes de correo electrónico, en Internet y en medios de comunicación. “Si el lobby gay se había propuesto tratar de probar mi punto, no podría haber hecho un mejor trabajo”, añade.
 
Phillips ha denunciado así que la respuesta a su artñiculo ha sido "una irrupción de los tweets en Twitter sugiriendo que deberían asesinarme”. Ofreció ejemplos de los mensajes, como “Que alguien mate a Melanie Phillips, por favor”, “tu diatriba homofóbica equivale a lo que sale del recto de un perro. Mátate a ti misma****””; y  “arrójala en el Támesis”.
 
Los correos electrónicos la tildan de “horrible mujer vieja, vil y venenosa” o señalaan que “personas como tú deben ser silenciadas cuando tu pensamiento (sic) [expresa] intolerancia y miedo. Ve e inhala un tubo de gas, enférmate de cáncer, QUE TE ATROPELLE UN TREN. Espero que tu ******* casa se incendie”.
 
La razón y la verdad, reemplazadas por la ideología y los prejuicios
 
Phillips, que es judía, es una columnista que trabaja para el Spectator y hace en gran parte comentarios sobre Israel, sobre la crisis mundial de la violencia islámica, y escribe sobre temas culturales en general. En su nuevo libro, The World Turned Upside Down [El mundo al revés], denuncia la pérdida y agravio de la creencia religiosa judeo-cristiana, que “ha significado que Occidente haya reemplazado la razón y la verdad con la ideología y los prejuicios, que se aplican en la forma de una inquisición secular", afirma. “El resultado ha sido una especie de enajenación masiva, cuando la verdad y la mentira, el bien y el mal, la víctima y el agresor están totalmente puestos al revés”, añade.
 
“Por eso Occidente está perdiendo tanto su racionalidad como sus libertades. Está sucumbiendo a un ‘totalitarismo blando’, que no sólo está creando un desagradable estado de ánimo de intolerancia, sino que está minando su capacidad para defenderse contra la agresión islámica”, concluye Phillips. 
 
Phillips había afirmado que los homosexualistas están intentando ahora reprimir cualquier oposición pública a sus objetivos políticos; tras las amenazas que ha recibido a esta declaración, señala que no es más que el manifiesto de una “mentalidad totalitaria” que es la que sirve de base a la agenda homosexual. “Están escupiendo una intolerancia y una incitación a la violencia tan odiosas como la que acusan padecer de los demás; sería divertido si no fuera tan espeluznante”, añade la columnista.
 
Fuente: HazteOir.org.

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