Por Magisnet.
El presidente del sindicato de profesores Acción
para la Mejora de la Enseñanza Secundaria (AMES), Antonio Jimeno, ha
propuesto implementar un examen de reválida en el 4º curso de ESO que
condicione el paso de los estudiantes al Bachillerato y la Formación
Profesional.
En una carta al director dirigida a todos los medios,
el presidente de AMES, sin representación en la Mesa Sectorial, ha
elogiado la realización de pruebas externas que certifiquen el nivel de
los alumnos de Secundaria como las que se realizaron el pasado mes de
febrero porque, ha asegurado, permiten conocer "cuál es la situación
real". Asimismo, ha expresado su preocupación ante los resultados de
esta prueba que, según él, certifican que un "20% del alumnado no ha
llegado a los mínimos establecidos en Matemáticas e Inglés".
Ante esta situación, Jimeno ha promovido implantar un examen a final de curso en el que se incluyan todas las materias y en el que el alumno pueda escoger entre tres niveles de dificultad, a pesar que en todos los casos su superación sería "indispensable para obtener el título de la ESO". Si se superara el nivel más alto, el alumno podría acceder a estudios de Bachillerato y Formación Profesional; si se superara el nivel medio, podría estudiar FP y si sólo pasara el nivel inferior, la única opción que tendría sería acceder al mundo laboral.
"Si le das valor académico a la prueba se convierte en un estímulo", ha asegurado a Efe el presidente de AMES. Jimeno ha añadido que la opción de repetir curso, así como la recuperación de septiembre daría a los estudiantes cuatro oportunidades para superar la reválida y si a pesar de ello no la superaran podrían optar a una prueba externa para mayores de 18 años.
La adopción de esta medida supondría tener que modificar la actual LOE y la Ley de Educación de Cataluña (LEC). Por otro lado, ha explicado que "los resultados de los centros deberán ser públicos, para que las familias puedan saber qué centros del barrio funcionan mejor antes de matricular a sus hijos".
Ante esta situación, Jimeno ha promovido implantar un examen a final de curso en el que se incluyan todas las materias y en el que el alumno pueda escoger entre tres niveles de dificultad, a pesar que en todos los casos su superación sería "indispensable para obtener el título de la ESO". Si se superara el nivel más alto, el alumno podría acceder a estudios de Bachillerato y Formación Profesional; si se superara el nivel medio, podría estudiar FP y si sólo pasara el nivel inferior, la única opción que tendría sería acceder al mundo laboral.
"Si le das valor académico a la prueba se convierte en un estímulo", ha asegurado a Efe el presidente de AMES. Jimeno ha añadido que la opción de repetir curso, así como la recuperación de septiembre daría a los estudiantes cuatro oportunidades para superar la reválida y si a pesar de ello no la superaran podrían optar a una prueba externa para mayores de 18 años.
La adopción de esta medida supondría tener que modificar la actual LOE y la Ley de Educación de Cataluña (LEC). Por otro lado, ha explicado que "los resultados de los centros deberán ser públicos, para que las familias puedan saber qué centros del barrio funcionan mejor antes de matricular a sus hijos".
Fuente: Magisnet.
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