lunes, 16 de abril de 2012

El Gobierno exigirá 21 horas de clase a los profesores

En Primaria e Infantil, el límite de alumnos por aula podrá pasar de 25 a 30 alumnos y en Secundaria de 30 a 36 estudiantes. 
  
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15 Abril 12 - Rocío Ruiz 
   
MADRID.- El detalle de los recortes que se van a acometer en España en materia de Educación y con los que se pretenden ahorrar 3.000 millones de euros está hoy sobre la mesa. El ministro de Educación, José Ignacio Wert, se reune hoy, a partir de las 12 de la mañana, con las comunidades autónomas para proponer las medidas que permitirán una mayor eficiencia en la gestión de los fondos públicos, aunque previamente habrá una reunión en Génova con las 11 comunidades que gobierna el PP para analizar los cambios.
 
Las medidas que se expondrán hoy pasan por aumentar las horas lectivas del profesorado, por elevar el número de alumnos por clase y por incrementar las tasas universitarias.
 
Según ha podido saber LA RAZÓN, Wert propondrá a las autonomías que los profesores de Secundaria de la enseñanza pública  aumenten hasta 21 las horas de clase que tendrán que impartir a la semana, lo que supone el máximo legal permitido.
 
La Ley Orgánica de Educación (LOE) establece un mínimo de 18  horas y un máximo de 21. Hasta ahora, en la mayoría de las autonomías se cumplía el mínimo de 18, excepto en Madrid, Castilla-La Mancha, Murcia y Baleares que ya decidieron aumentar a 20 el número de horas lectivas para el curso 2012-2013 y se preveía que el curso que viene hicieran lo mismo Castilla y León, Cantabria, Navarra y la Comunidad Valenciana.

 
Así, y dependiendo de la autonomía de la que se trate, los profesores que hasta ahora daban 18 horas de clase a la semana tendrán que dar tres horas más, y sólo una más aquéllos en las que se exigían 20, como en Madrid o Castilla-La Mancha.

 
«Lo importante no es que tengamos que impartir una hora más de clase, sino del grupo que tengas. No es lo mismo dar una hora más a alumnos de Bachillerato, que la mayoría suelen atender en clase y les importa lo que estás explicando, que ese aumento horario sea con un grupo de 4º de la ESO, con alumnos disrruptivos que no te dejan dar clase, de otras etnias o con dificultades con el idioma, lo cual te exigen mayor dedicación y preparar unos ejercicios especiales», explica el jefe de estudios de un instituto madrileño que prefiere mantenerse en el anonimato. En su opinión, la medida «supone una bajada de sueldo encubierta y un perjuicio en las condiciones laborales del profesorado y lo que se va a resentir son las horas complementarias de preparación de tutorías, de guardias o de biblioteca».

 
No obstante, también admite que «la medida no afectará a la calidad de la enseñanza. Ese es otro debate:  el por qué los jóvenes de hoy no quieren esforzarse en los estudios».

  
Aumento de ratio
  

La mayoría de las comunidades autónomas también están de acuerdo en aumentar la ratio de alumnos entre un 10 o un 15%, el porcentaje que se pedirá que apliquen las comunidades. Así, en Infantil y Primaria se podrá pasar de 25 a 30 alumnos y en Secundaria de 30 a 36.
 
Actualmente,  la Ley Orgánica de Educación establece en 25 el límite máximo de alumnos de Primara y deja un margen de un 10 por ciento de aumento para situaciones especiales, con lo que se puede llegar a los 27 alumnos.   En Secundaria, la ratio está fijada en 30 estudiantes por clase con posibilidad de aumentar un 10 por ciento, hasta los 33.

 
La comunidades están convencidas de que esta medida supondría una forma de racionalizar el gasto sin que ello afecte a la calidad de la enseñanza. De hecho, actualmente el número de alumnos por profesor en España es inferior a la media de los países de la OCDE: once, frente a los 13 por docente que registra la media europea. Esta situación afecta a todas las etapas educativas, excepto en la primera etapa de Educación Secundaria de la UE, que tiene ratios ligeramente más bajas, según refleja el último informe de la OCDE sobre «Panorama de la Educación».

 
En España se ha defendido tradicionalmente la idea de que un menor número de alumnos por aula y una mayor inversión en educación conlleva un mayor éxito escolar. Sin embargo, la realidad ha desmontado estas dos afirmaciones, ya que en el año 1975 el número de alumnos por docente era de 24, frente a los once actuales y nunca como hasta ahora habíamos dedicado tantos fondos a la Educación, a la que se destina el 4,7 por ciento del PIB. Sin embargo, nunca como hasta ahora habíamos alcanzado unos índices de abandono de la escuela antes de haber acabado la educación obligatoria tan altos: 23,6%, el doble de la media de la Unión Europea. El aumento de tasas universitarias es otra de las medidas que está sobre la mesa. La variación anual de los precios públicos medios del crédito matriculado por primera vez en enseñanzas de primer y segundo ciclo en las comunidades autónomas ha sido del 4,4 por ciento en el último año y en los últimos cinco del 17,7 por ciento.

 
El ministro de Educación ha asegurado en varias ocasiones que el hecho de que tengamos un 30 por ciento de abandono universitario frente al 16 por ciento de media europea supone una  pérdida de 2.960 millones de euros invertidos por el Estado en capital humano sin retorno.

 
Otro de los cambios que se pretenden abordar en el ámbito universitario es la reducción de carreras universitarias que se imparten en los campus para tender más hacia la especialización. Y es que un 30 por ciento de los títulos tienen menos de 50 alumnos de nuevo ingreso, el número mínimo de alumnos de referencia para su optimización económica.
 
Ensayo en Cataluña y Asturias

  
La necesidad de racionalizar el gasto ha llevado ya a algunas comunidades a emprender medidas como las que wert propondrá hoy a las autonomías.  Asturias comenzó el curso con un aumento en la ratio de alumnos de Primaria hasta llegar a los 27 estudiantes por clase. En Barcelona, las 92 guarderías municipales «copiaron» la idea. El grupo de lactantes pasa de 7 a 8 alumnos; el de 1 a 2, de 10 a 13; y el de 2 a 3 años, de 18 a 20.
  
Fuente: La Razón.
 

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