El plan de choque del Consell apuesta por implicar más a los padres en la formación de sus hijos, especialmente durante la adolescencia.
Rober Solsona |
I. J. MUÑOZ / ALICANTE
Día 20/03/2012
La Conselleria de Educación se ha propuesto involucrar más a los padres en la educación de sus hijos. Esta es una de las líneas básicas de actuación recogida en el nuevo plan de choque que ultima el Consell –y que podría aprobarse este viernes–, orientado a combatir el fracaso escolar, y que está dirigido a los tres pilares fudamentales que componen la denominada comunidad educativa: docentes, familias y alumnado.
Dividido en distintas áreas de actuación, las medidas concretas del plan de choque están lideradas por la implantación de un contrato-programa en los centros docentes, que reforzará su autonomía pedagógica al fijar objetivos para la mejora del rendimiento académico del alumnado. El contrato-programa, similar al que se ha establecido en otros ámbitos de la Administración –como el propio Consell o RTVV–, fijará los compromisos concretos de éxito escolar que establecerán los centros, lo que les permitirá diseñar la docencia con mayor autonomía. En función de los objetivos establecidos y de su grado de cumplimiento, los centros recibirán recursos personales y materiales adicionales –que se sumarán a la financiación de los gastos de funcionamiento–. Para ello, el Consell habilitará una línea de entre ocho y diez millones de euros.
Un diagnóstico precoz de los alumnos con riesgo de padecer fracaso escolar –que permita establecer planes personalizados–, así como la estimulación temprana incluida en el currículum de Educación Infantil, se unen a nuevas metodologías didácticas para personalizar en el proceso de enseñanza y aprendizaje.
El plan de choque también se marca como objetivo el implicar al máximo a las familias en el proceso educativo. En este sentido, se han iniciado negociaciones con los agentes sociales para otorgar cierta flexibilidad horaria a los padres trabajadores, de forma que éstos puedan acudir a las tutorías de sus hijos sin impedimento laboral. El refuerzo de las relaciones entre la familia y el centro educativo es otro de los puntos fuertes de la estrategia, especialmente en la etapa de educación secundaria, ya que «la adolescencia es un momento crítico en el proceso educativo».
La tercera pata del plan pone el acento en los docentes, con un plan de formación del profesorado a través de un sistema permanente que revierta directamente en la mejora del aprendizaje. La medida se complementa con la mejora de la formación adaptada a las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) orientadas al plurilingüismo.
El plan de la Conselleria también apuesta por potenciar el binomio autonomía-responsabilidad en el seno de los centros educativos. La autonomía organizativa y pedagógica incluye el establecimiento de distintos niveles de optatitividad, introducción de programas específicos en los horarios, flexibilización de la organización curricular y la organización de los recursos en función de las necesidades reales de los alumnos, entre otras medidas. La estrategia incluye también el «Plan Lector» a partir de Educación Infantil, mediante la iniciación a la lectura «con un compromiso común familia-escuela». Esta iniciativa deberá ser «uno de los planes fundamentales de todos los centros».
El plan de choque contra el fracaso escolar llega en un contexto en que el Consell acaba de aprobar el borrador de la nueva orden para regular el calendario escolar, que amplía las obligaciones para el personal docente y fija el periodo vacacional, limitado al mes de agosto. En julio los docentes realizarán tareas administrativas, de formación o actividades de refuerzo dirigidas a combatir el fracaso escolar.
Mayor control
La financiación adicional a través de contratos-programa, con ayudas finalistas –en la línea de las que se establecerán también para patronal y sindicatos–, se fijará al tiempo que se rediseña la financiación de los centros, tal como adelantó este periódico el sábado. De esta forma, al margen de los fondos que reciban para combatir el fracaso escolar, los centros también tendrán que justificar el destino final del dinero que reciben para gastos de funcionamiento, y no se acumularán remanentes. Al final del ejercicio, si hubiera superávit, la cantidad se devolverá al Consell y éste concederá una nueva subvención.
El cambio se introducirá este viernes, y permitirá un mayor control de las cuentas de los colegios e institutos: Educación tendrá acceso directo a los balances contables en tiempo real. Asimismo, el pago de los servicios básicos será asumido directamente por la Conselleria.
Fuente: ABC.
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