08.03.12 - J. B. / EFE | MADRID.
El secretario autonómico de Educación, Rafael Carbonell,
dijo ayer que «si no se ha puesto la calefacción en las escuelas ha sido
porque no se ha querido», ya que al cierre de 2011 el 70% de los
centros docentes tenían, de forma global, más de 33 millones de euros de
saldo en sus cuentas.
Carbonell se pronunció así durante su participación en
las jornadas de Educación 'Excelencia, Calidad e Innovación' organizadas
por Executive Forum España, al referirse a las protestas que se han
sucedido en Valencia en las últimas semanas. Señaló que desde la
Generalitat se trabaja en un decreto de gestión económica de los
colegios, que nada tiene que ver con el hecho de que no se puedan pagar
servicios como el citado.
Carbonell puso como ejemplo el instituto Luis Vives, que
se convirtió en referente de las protestas pese a que cerró el ejercicio
2011 con un saldo positivo. De hecho, como publicó LAS PROVINCIAS el
pasado domingo, de los 1.100 centros que han entregado sus balances
económicos hasta el momento sólo seis tenían un saldo negativo o deudor
en sus cuentas corrientes. A juicio del secretario autonómico, «se ha
hecho una leyenda triste que no se corresponde para nada con la
realidad».
Hay que recordar que a partir de enero comenzaron a
sucederse las denuncias de centros, profesores, padres y alumnos en
relación a los problemas derivados del retraso en los pagos de los
gastos de funcionamiento de gran parte del año, fundamentalmente en
servicios esenciales y material escolar. La cuestión ha estado presente
en todas las manifestaciones y también en las protestas estudiantiles
que derivaron en altercados y cargas.
Durante la conferencia, Carbonell señaló que la Comunitat
se encuentra en un «proceso de replanteamiento muy claro en el tema de
las ayudas sociales», lo que no quiere decir, precisó, que se vayan a
recortar, «pero sí a dar a los que realmente lo necesiten y a los
mejores». Entre los retos a afrontar en este ejercicio, citó el decreto
sobre plurilingüismo, que se presentará la semana que viene.
Fuente: Las Provincias.
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