Cataluña desoye cuatro sentencias que la obligan a preguntar a los padres en qué lengua quieren escolarizar a sus hijos.
ESTHER ARMORA / BARCELONA
Día 15/03/2012
Nuevo
desacato del Gobierno catalán en materia lingüística. Pese a cinco
sentencias firmes del Tribunal Supremo (TS) que exigen la cooficialidad
del castellano en las aulas catalanas y a cuatro fallos anteriores –tres
del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) y otro del
Supremo– que obligan, específicamente, a restaurar la casilla
lingüística en el formulario de preinscripción escolar, la Generalitat
sigue burlando la ley.
Según ha podido comprobar ABC,
el nuevo folleto de preinscripción para el curso 2012-2013, que ya
puede consultarse en la web oficial del departamento de Enseñanza,
tampoco da a los padres la oportunidad de elegir de forma directa –marcando una casilla– la lengua en la que desean que sus hijos reciban
la primera enseñanza. Como viene ocurriendo desde 2005, la opción de ser escolarizado en castellano
no aparece en la página principal del folleto de preinscripción, en la
que sí figuran los datos del alumno y los padres, y en la que se pueden
seleccionar, por ejemplo, las lenguas que entiende o el idioma
extranjero que domina el alumno. De este modo, las familias que desean
que sus hijos aprendan en español deben leer con atención la letra
pequeña del segundo folio, en el que se explicitan las instrucciones
sobre cómo y dónde debe presentarse la solicitud.
Es
en ese anexo, en el que se da a los padres o tutores la opción para que
los niños sean escolarizados en castellano en el primer año de
enseñanza (siguiendo el modelo de atención individualizada que establece
la Ley Educativa Catalana). La propuesta aparece camuflada entre otras
recomendaciones como la de usar bolígrafo y mayúsculas para rellenar el
formulario.
Los padres no sólo
no pueden marcar directamente –a través de una casilla– la lengua en la
que quieren que sus hijos reciban la primera enseñanza sino que la
Generalitat les dirige a la dirección del colegio a solicitar esa opción
emprendiendo así una «larga y tortuosa peregrinación que
hace que muchas familias se lo piensen antes de solicitar esta opción
que les corresponde desde el punto de vista constitucional y legal»,
según ha denunciado Convivencia Cívica Catalana (CCC) en reiteradas
ocasiones.
Ningún
pronunciamiento judicial ha hecho reaccionar aún al Gobierno catalán,
que sigue burlando la justicia parapetado en la Ley de Educación de
Cataluña (LEC), que defiende el actual modelo de inmersión, y ahora en
el reciente fallo del TSJC –del pasado 8 de marzo– que avala el modelo y
también la atención individualizada. Todos los partidos políticos,
excepto el PP y C's, son cómplices de ese desacato.
Lluvia de fallos
La lluvia de
sentencias empezó en septiembre de 2004 a raíz de varias denuncias de
padres. El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña emitió un fallo el
14 de septiembre de 2004 que obligaba al Govern a preguntar en las hojas
de preinscripción sobre la lengua materna de los alumnos. Un año más
tarde, en noviembre de 2005, el mismo tribunal se pronunció en el mismo
sentido, fallo que fue de nuevo obviado por la Generalitat.Tres años
después, el 14 de mayo de 2008, otra sentencia del TSJC obligaba a instaurar explícitamente la casilla en la preinscripción, opción que ratificó el propio Tribunal Supremo (TS) en un nuevo fallo en diciembre de ese mismo año.
Sólo
una sentencia del TSJC (de noviembre 2009) ha avalado el actual modelo
de preinscripción, frente a cuatro que lo desautorizan. Incluso en una
de las tres sentencias del Supremo de diciembre de 2010 –las que indican
que debe darse al castellano el rango de lengua vehicular–, el alto
tribunal señala que «el modelo actual de preinscripción debe preguntar
por la lengua habitual a los padres o tutores de los niños
preinscritos».
Fuente: ABC.
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