Reducir la ESO y aumentar el Bachillerato debilitará aún más los conocimientos mínimos que los alumnos deben adquirir

Un estudio de la Fundación Jaume Bofill aboga por un tronco común en 4º de ESO que consolide competencias. 

  

Por Magisnet.

  

El cuarto curso de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) debería mantener un tronco común que consolide para toda la clase la mayoría de las competencias básicas, complementándolas con otras, como matemáticas e inglés, con un currículum flexible y más individualizado.

 

Así lo considera un estudio de la Fundación Jaume Bofill titulado "¿Juntos en el aula? Presente y futuro del modelo de Educación comprensiva en Cataluña", elaborado a partir de un análisis a fondo de los éxitos y de las dificultades del modelo actual de escuela catalán, y que se ha presentado en Barcelona. El estudio considera que el modelo de sistemas comprensivos e integradores, que imperaron en Cataluña a partir de los años 80 y hasta el 2000, "reducen las desigualdades y mejoran los resultados de los alumnos".
 
La actual propuesta del Gobierno de Mariano Rajoy de reducir la ESO a tres años y aumentar el Bachillerato un año más comportará, por el contrario, que se debiliten aún más los "mínimos comunes que todos los alumnos deberían conseguir", consideran los autores de este estudio, Ricard Aymerich, Josep M. Lluró y Enric Roca. "Hay que reducir y flexibilizar los currículums para dotar a todos los alumnos de las capacidades mínimas y garantizar que hasta los 16 años la escuela tenga los mismos objetivos para todo el mundo", argumentan.
 

Las conclusiones del estudio ponen de manifiesto que en Cataluña existe un desencuentro entre el modelo que se deriva de las leyes y las prácticas en los centros escolares. "Por ejemplo –se razona– en los centros educativos catalanes existe una práctica generalizada de segregación por grupos de niveles", separando a los alumnos vulnerables o con dificultades que no siempre responden a los cánones de excelencia.

 
Los datos confirman que en Cataluña crece la diferencia entre los principios y la práctica de la integración y de la inclusión en la enseñanza obligatoria. Se citan, en ese sentido, los índices de repetición –9,5 % en Primaria y 21,1% en Secundaria–; abandonos –23,6%–; alumnado que no cursa 4º de ESO a los 15 años –30,6%–; y el bajo número de alumnos con niveles de alto rendimiento –4%–.
 
La excelencia se consigue, según los autores del estudio, en la medida que el sistema educativo reconoce el talento o los talentos de cada alumno, independientemente de si son o no estrictamente académicos. La función tutorial y orientadora es básica y el profesor tutor debería poder dedicar más horas a su grupo clase, profundizando en los procesos de acompañamiento de cada alumno, una dedicación que, justamente el próximo curso y debido a los recortes establecidos por el Departamento de Enseñanza, se reducirá.

  

Fuente: Magisnet.